El espacio histórico que refleja la vida social, política y cultural de la ciudad celebró sus 15 años de vida institucional. Comenzó como una pequeña colección hasta convertirse en lo que hoy es: un espacio reconocido. En busca de seguir reconstruyendo la historia, la intención de los responsables del Museo es avanzar en su expansión física en el edificio que actualmente ocupa en la denominada ‘Toma de Agua’.
Puertas adentro
Subiendo por las escaleras del edificio de 32 casi Montevideo se accede a una muestra de parte de la historia de Berisso. En exposición se advierten innumerables bienes (trajes, documentación, fotografías, libros, muebles y objetos de diferentes épocas) que permiten a los visitantes sumergirse en el devenir del pueblo fundado de la mano de la industria de la carne. La recepción del Museo 1871, en sincronía con sus 8 salas, muestra usos y costumbres de una sociedad que fue perfilando su identidad a través del trabajo y la inmigración.
La colección comenzó con Luis Guruciaga, quien en 1992 se volcó a reunir e inventariar fotos, publicaciones y elementos utilizados por los berissenses en la vida cotidiana. Lo que comenzó como un hobby se fue transformando en un archivo hasta materializarse en un museo que funcionó durante varios años en el propio hogar de Guruciaga. Las donaciones continuaron, la colección fue creciendo y el espacio en el barrio Banco Provincia fue quedando chico. Fue entonces que Don Luis decidió donarla a una entidad civil, sin fines de lucro que garantizara la continuidad del trabajo. El 1º de julio de 2001, en el CEYE, se fundó la Asociación “1871” de la mano de 39 socios fundadores. El primer intento por la casa propia quedó frustrado cuando no se pudo concretar el traspaso a la entidad de parte del edificio de la ex-‘hilandería’.
Finalmente, la empresa ABSA cedió el espacio donde actualmente funciona. Su actual presidente, Oscar Rodríguez, sostiene sin embargo que el espacio ‘quedó chico’. Y plantea una solución que, espera, pueda gestionarse junto a la actual administración comunal y que estaría representada por la cesión íntegra del edificio en el que, según advierte, no se atiende al público. “Sólo se realizan trámites de gestión. Si la única persona de la empresa se trasladara al edificio de bombeo que posee la empresa donde se replican las condiciones para que el operario pueda realizar su trabajo, el Museo podría ampliar la colección que exhibe”, entiende, mientras pone de relieve que la actividad que desarrolla el Museo se financia por el esfuerzo de su Comisión (ad-honorem) más el aporte que hacen empresas de la zona.
Las salas, que reflejan la vida de los inmigrantes, el trabajo en el aula escolar, la atención en salud, la dinámica de trabajo en los frigoríficos y la actividad en la calle Nueva York fueron dejando a la planta alta sin más espacio para exponer. Tampoco existe la posibilidad de ampliar las vitrinas, que contienen todos los títulos de pluma berissense. A este dato hay que agregar que la donación de material por parte de los vecinos no cesa. En los últimos días la familia Maciel aportó fotografías que dan cuenta de la construcción del ‘Camino Real’. Garantizando el cuidado de los nuevos elementos, el Museo trabaja con un registro donde se establece qué se donó, cuándo y quién lo hizo. Pero estos nuevos baluartes no encuentran espacio para contar su historia.
Puertas afuera
Orgulloso, el Museo exhibe sus piezas a todo aquel que quiera acercarse de jueves a domingo de 15:00 a 18:00. También se articulan visitas escolares a través de un programa municipal y se montan muestras itinerantes que en los últimos tiempos pudieron disfrutarse por ejemple en el Pasaje Dardo Rocha, el Complejo Islas Malvinas, el Museo de la CGT y el Puerto La Plata.
Celebrando sus 15 años de vida, el pasado viernes en la sede del Club Almafuerte, el Museo ofreció una cena de la que participaron entre otros el bisnieto de Luis Berisso, Jorge, y el tataranieto de Juan Berisso, Mariano, junto a representantes de distintas instituciones y sectores de la comunidad local.
En ese marco, Rodríguez agradeció a socios y colaboradores que ayudan a mantener abiertas las puertas del Museo, mientras que el intendente Jorge Nedela destacó en su mensaje la labor al servicio de ‘la reserva histórica de la ciudad’.
Por su parte, los descendientes del fundador de la ciudad remarcaron su agradecimiento y valoración para aquellos que los hicieron sentir ‘como en casa’. “He visitado el Museo y he encontrado muchas cosas con las cuales me crié. Uno debe apreciar cómo fueron los inicios de esta ciudad, el esfuerzo que hicieron todos nuestros antepasados para dar origen a un nuevo pueblo” destacó Mariano.
En el marco de la cena, el intendente Nedela entregó una placa a las autoridades de la Asociación 1871 y presentes a los descendientes de Juan y Luis Berisso. A la vez, el Museo entregó reconocimientos a algunos de los colaboradores de la entidad.
Quienes quieran acordar visitas, efectuar donaciones o solicitar más información acerca de la actividad de la entidad pueden contactarse llamando al (15) 454-3170.
