La reciente celebración del Día del Trabajador No Docente fue especial para la comunidad de la UNLP y en particular para los no docentes de dicha casa de Altos Estudios que habitan en el barrio Ernesto ‘Semilla’ Ramírez, edificado años atrás en la zona de Villa Argüello.
Durante la jornada, quedó formalmente inaugurada la plaza localizada en 6 Este entre 128 y 128 Norte, bautizada ATULP por propuesta de dicho sindicato aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante en 2020.
El espacio verde cuenta con un anfiteatro en homenaje a Ernesto ‘Semilla’ Ramírez (quien da el nombre al barrio), Rodolfo Achem y Carlos Miguel, destacados dirigentes ligados a iniciativas que dieron un renovado perfil a la UNLP en el periodo 73-74.
El diseño incluye seis torres que llevan impresas los lemas “Unidad, Solidaridad y Organización” y “Memoria, Verdad y Justicia”, emblemas de la militancia sindical y por los Derechos Humanos que ATULP toma como banderas esenciales. Según se anticipó, el lugar estará abierto a la realización de actos y homenajes que surjan en el seno de la comunidad.
La plaza cuenta con un sector de juegos infantiles y de esparcimiento rodeado de árboles y vegetación, con senderos peatonales que tienen bancos, cestos y luminarias en todo su recorrido.
A lo largo de calle 128, además, se diseñó un circuito aeróbico que posee equipamiento urbano, árboles y luminarias que dan apoyo a las actividades al aire libre que podrán realizar los vecinos.
El barrio, cabe recordar, surgió a partir de un proyecto impulsado por ATULP con el apoyo de la UNLP en 2011, concebido con la intención de brindar una solución habitacional a 72 familias de trabajadores no docentes. Ya construido y habitado, avanzan ahora las gestiones para mejorar cuestiones que hacen a alumbrado, accesibilidad, agua corriente, gas, cloacas y otros puntos relacionados con infraestructura.
Alegría compartida
El acto de inauguración contó con la presencia del presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Martín López Armengol, el vicepresidente Académico, Fernando Tauber, la vicepresidenta Institucional, Andrea Varela, junto al secretario general de ATULP, Raúl Archuby, funcionarios municipales de Berisso y otros referentes del mundo universitario, gremial y comunitario. Protagonistas fundamentales fueron también integrantes de las familias de no docentes que pueblan el barrio.
En su mensaje, Archuby agradeció a quienes dieron su apoyo para la cesión de tierras dónde se emplazó el barrio, remitiéndose a la sesión del Consejo Superior de la UNLP celebrada en julio de 2011, a la que calificó de ‘histórica’.
También destacó a quienes desde la Comisión de Viviendas no cesaron en sus gestiones ante los distintos organismos municipales, provinciales y nacionales para avanzar en el proyecto. Fue esa labor, indicó, la que permitió materializar una iniciativa que Ernesto Ramírez ideara en la década del ’70.
El presidente de la UNLP, Martín López Armengol, mencionó a su turno que el barrio representa la concreción de un anhelo, el de posibilitar que trabajadores accedan a la vivienda propia.
“Este barrio es fruto del esfuerzo articulado de la Universidad y de su comunidad; pero no debemos olvidarnos que esta plaza que hoy es una realidad encuentra su origen en la voluntad, el esfuerzo y la convicción de dirigentes gremiales, autoridades universitarias y consejeros superiores que apoyaron en su momento la cesión de tierras -que pertenecían a la Facultad de Ciencias Agrarias- en favor de los trabajadores”, manifestó.
También compartió su alegría el vicepresidente Fernando Tauber, quien también estuviera al frente de la UNLP en días en que se dieron los primeros pasos para la concreción del proyecto. “La plaza resignificará al barrio, ya que se convertirá en un espacio social de encuentro, recreación, participación y confluencia no sólo de la comunidad no docente, sino de decenas de familias que habitan esta zona de Berisso”, estableció.
Etapas
Los terrenos en los que hoy se ve el complejo de viviendas fueron cedidos hace diez años por la UNLP al gremio para que se pudiera materializar la construcción del barrio.
El plan de urbanización, apuntan fuentes de la Universidad, constó de 72 lotes con servicios aptos para la construcción de casas particulares más 2 que se destinarían a un uso público.
En la primera etapa de construcción, iniciada en 2018, se construyeron 44 viviendas, a través de un convenio marco con Procrear, con créditos otorgados por el Banco Hipotecario. En una segunda etapa, se sumaron otras 9 viviendas mediante créditos hipotecarios del Banco Nación y financiamiento particular de los trabajadores. Los 19 beneficiarios de la tercera etapa obtuvieron préstamos en el marco del Plan Procrear Cogestión ATULP 2021 del Programa Federal Casa Propia – Procrear II y algunas de estas viviendas están aún en construcción.
Fotos: UNLP
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