Una situación extremadamente delicada es la que exhibe el Cuerpo VI del Cementerio Parque de Berisso, que presenta una rajadura en los últimos días muy acentuada, al punto de generar la sensación de un posible desmoronamiento.
Paola es una joven mamá que visita casi todos los domingos el sector para poner flores en donde descansan los restos de sus dos hijos fallecidos, una nena que perdió la vida hace alrededor de quince años y un nene fallecido hace cuatro. Su testimonio es bastante descriptivo de la gravedad de la situación.
“Hace alrededor de dos años vemos rajaduras en los nichos. Es un Cuerpo de los más chiquitos, que se hizo hace como quince años, pegado a los más grandes”, menciona, poniendo de relieve que domingo a domingo el problema parece agravarse. “Este último fin de semana ya se ve por la rajadura de un lado al otro y la sensación es que en cualquier momento la pared se cae”, planteó.
La situación fue planteada varias veces ante funcionarios municipales y los domingos es difícil insistir con los reclamos. “No encuentro a nadie. Hay un sereno, pero no cuenta con posibilidades de arreglar nada”, observó la vecina.
Con la intención de resolver la emergencia, ofreció incluso la posibilidad de que su marido, albañil de oficio, intentara efectuar la reparación.
“Fuimos a plantearlo, pero piden una carta con un descargo mío, etc. En definitiva, no nos permiten hacer el arreglo a nosotros”, estableció, triste con la falta de respuesta y con los planteos burocráticos para dar solución a un problema bien a la vista. “De más está decir que nos invade una angustia inmensa”, señaló finalmente.
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