Vecinos de 11 (ex-68) entre 127 y 128 plantearon con cierta resignación un problema que experimentan desde hace varios años, sin que sus reclamos sean escuchados.
“Hace como dos años, vino un inspector de ABSA, puso una cinta y nunca más volvieron”, planteó un frentista, describiendo que el problema tiene que ver con la pérdida en algún tramo de la cañería subterránea de agua, que hace que el líquido aflore en la superficie y genere charcos de superficies considerables tanto en la vereda como en la calle.
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