Cuenta Oscar Alcoba que tenÃa 18 años cuando entró por primera vez al bar Sportman. SobresalÃan entre el murmullo y el ruido de copas y tazas las anécdotas acerca de vivencias en los frigorÃficos con las que se despachaban los concurrentes. A la fascinación por esos relatos se sumaba, cada domingo, la escucha de las charlas entre su padre y ‘Tito’ Leveratto, visitante asiduo del hogar de los Alcoba.
Postales de bares, almacenes y conventillos, asà como del trabajo en las quintas y de otras escenas clásicas para los berissenses sirven de inspiración al libro “El destino de los barcos. La historia de Berissoâ€, que recientemente presentó en el anfiteatro de la Escuela de Arte el autor, en sus tiempos de concejal, de la Ordenanza por la que se fijó el 24 de junio de 1871 como fecha fundacional de la ciudad.
Si bien hubo varias fuentes, -libros, periódicos de la época, archivos históricos- las anécdotas heredadas pisan fuerte en el trabajo, porque suman el plus de lo vivencial, de lo emotivo.
A través de las páginas de la obra, que consta de 15 capÃtulos, se repasan y presentan datos no tan difundidos acerca de la historia de la ciudad. De hecho, el primer tramo del libro se remonta a tiempos de Pedro de Mendoza y Juan de Garay en los que Berisso no era sino un territorio ‘desconocido’ en el Adelantazgo del RÃo de la Plata. Se presenta, luego y encadenado con aquella situación del siglo XVI un repaso cronológico que contempla la evolución de la región, por mucho tiempo conocida como ‘el pago de la Magdalena’. No faltan alusiones al modo en que fue ocupándose el territorio y al ya más conocido impulso que representó la actividad saladeril primero y frigorÃfica luego.
Página tras página, el lector puede descubrir que sólo nueve familias eran las que habitaban inicialmente el territorio, enfocadas a la producción agrÃcola. También que llegó a haber algunos esclavos, cuando aún no se abolÃa esa figura.
Se citan también datos fundamentales de la historia de los saladeros San Juan y San Luis, los frigorÃficos, la vida de los quinteros, los inmigrantes, el barrio “Las 14†y las figuras de Dora Roldán y Cipriano Reyes. Hay menciones a la época en la que la ciudad fue la más pujante de la provincia de Buenos Aires y se describe cómo el cierre de los frigorÃficos dejó cesantes a unos 15 mil trabajadores.
No faltan alusiones a personajes como Tincho y Siete Sacos, a las camas calientes, los oficios, los vendedores, la confluencia de inmigrantes internos y los que llegaron a estas costas por la guerra.
Se recrea la Nueva York como arteria neurálgica en la que se instalaron 180 comercios. “Miles de obreros del Swift y el Armour le daban vida con su movimiento cotidianoâ€, evoca Alcoba, repasando a la vez un primer paro en los ‘conventillos’ por el aumento en la cuota para habitarlos. La medida, señala, comenzó en San Telmo y La Boca, para luego alcanzar a Berisso. En ese escenario tuvo lugar una primera marcha organizada por niños y mujeres que exigÃan un “conventillo libre†según narraba la revista “Caras y Caretas†de la época.
El valor de la vid es otro de los temas que aborda el autor en la obra, para ofrecer información sobre una actividad que se convirtió en Fiesta y que identifica históricamente a la Isla Paulino.
Cada aspecto abordado fue una invitación a la reflexión en el escritorio de Alcoba, quien revela que el mayor desafÃo fue ordenar el material para tratar de presentarlo en forma clara y precisa. Con el libro ya presentado públicamente, el desafÃo es ahora que pueda llegar a las bibliotecas de todas las instituciones educativas del distrito.