Desde niño, entendió que el deporte sería uno de los pilares de su vida. Jugó al fútbol en Villa San Carlos y Estrella, pero el destino lo puso en el carril de la natación, abriéndole camino al que se transformaría en su sueño: ser guardavidas.
“Desde que tenía 10 años supe que ése era mi propósito y en 2022 finalmente me anoté en el curso profesional de guardavidas en el CEF 62 de Ensenada”, repasa Giovanni De Simone, en un impasse laboral en Ibiza, en donde desempeña actualmente la profesión, tras alcanzar muy joven, merced a un intenso esfuerzo, otra de sus metas. “Con esfuerzo, perseverancia y pasión, los sueños realmente se pueden cumplir. Vengo recorriendo un camino lleno de desafíos y cada paso es un reto que procuro afrontar con valentía y dedicación”, subraya.
Pasaron apenas dos años desde aquel exigente curso inicial en el que fue superando pruebas físicas y acuáticas con el acompañamiento de pares y profesores, sumando guardias en pileta y en el río para aprender a enfrentar situaciones de riesgo real, terreno en el que siguió afianzándose en el verano de 2023, durante el que cumplió con guardias voluntarias en el Partido de la Costa. “Allí me enfrenté a situaciones reales de rescate y asistencias médicas. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que amaba profundamente esta profesión. Esa experiencia fue decisiva”, reconoce hoy.
La oportunidad de sumarse a un equipo de trabajo en España apareció en la temporada alta de 2024. Tras superar entrevistas y completar trámites legales, Giovanni fue contratado para el operativo de Sant Josep de Sa Talaia, un municipio ubicado en la isla de Eivissa, en las Islas Baleares.
“Fue un desafío increíble, abarcando 12 playas, cada una con una topografía diferente. Adaptarme a cada entorno fue difícil, pero al mismo tiempo me brindó una experiencia única que me hizo crecer como profesional. Viví situaciones que me pusieron a prueba constantemente y aprendí muchísimo de cada una de ellas”, sostiene, con gratitud hacia compañeros, coordinador y supervisores del equipo de Mar Save Socorrismo.
Una línea delgada
Le tocó también enfrentar situaciones límite y aprender a aceptar situaciones en las que dice presente la tragedia. Es también, en cierta forma, otro paso en el camino de la experiencia, para seguir templando el carácter.
“Viví una situación particular durante mi carrera que me marcó profundamente”, indica, haciendo alusión a un auxilio en el que no alcanzaron los esfuerzos para evitar un desenlace fatal. “Se nos prepara para practicar resucitación cardiopulmonar. Pocas personas tienen la oportunidad de aplicar estos conocimientos en una situación real. Desafortunadamente, me tocó vivir esa experiencia y pese al lamentable desenlace, siento orgullo por haber estado preparado para enfrentar profesionalmente esa situación extrema”, manifiesta.
Para casos como el citado, pero también para la generalidad de las situaciones, el trabajo en equipo es fundamental. “Cada integrante de un equipo, sea guardavida o paramédico, aporta su experiencia y conocimientos para sortear los momentos críticos. Ese trabajo juega un papel central en este campo”, consigna el joven rescatista berissense.
Trabajar sobre la delgada línea entre la vida y la muerte, sostiene, hace a la naturaleza de esta profesión. “Cada uno de los guardavidas somos un medio para tratar de prevenir un desenlace trágico, aunque es fundamental reconocer que no siempre depende de nosotros al ciento por ciento”, reflexiona.
La clave, apunta, es ‘no rendirse’. La senda que va recorriendo lo enfrentó con distintos obstáculos, pero uno de los principios fundamentales que incorporó es el de extraer lo valioso de cada experiencia. “Los sueños requieren esfuerzo, pero cada paso del proceso es valioso. Cada dificultad es una oportunidad para aprender, y cada pequeño logro es un avance hacia algo más grande. Creo que es algo que los más chicos tienen que tener presente. Luchar por los sueños es lo que le da sentido al camino; disfrutar del viaje, aprender de las caídas”, enuncia.
Y como insinuó antes, insiste en que nadie ‘puede solo’, por lo que manifiesta su agradecimiento a familiares y amigos “por transmitir todo su amor a la distancia”. El agradecimiento, subraya, es extensivo a todos quienes en algún momento tendieron una mano o tuvieron algún gesto que le permitió afianzarse en su búsqueda.