Se vinculó con la cocina hace alrededor de quince años. Primero fue hobby pero casi de inmediato pasión. Pese a que aún no habÃan explotado las propuestas mediáticas relacionadas con el rubro, ya era devoto del canal Gourmet y aprovechaba cada momento libre para zambullirse en lecturas relacionadas con la temática.
Por entonces, a Zeke (Ezequiel) Antonucci no se le cruzaba por la cabeza que la cocina, ámbito en el que luego se formó académicamente, relegarÃa a segundo plano su actividad de técnico instalador satelital.
TÃtulo en mano y en los tiempos libres de fines de semana, visitaba restaurantes para seguir ganando conocimientos y experiencia. Y el amor se hizo definitivo cuando decidió afincarse en la zona de San Rafael, Mendoza, en donde es actualmente chef ejecutivo de “The Club Restó & Cocktail Barâ€.
Platense de nacimiento, su vÃnculo con Berisso es estrecho. En la Capital bonaerense del Inmigrante vive su padre y vivió hasta acompañarlo en la aventura cuyana su esposa. Con la ciudad no sólo lo une el afecto, sino las costumbres “completamente diferentes a las de las ciudades vecinasâ€, señala, reconociéndose de algún modo portador de la idiosincrasia que nace de la inmigración y la enorme variedad de propuestas gastronómicas que definen a Berisso. “Aprendà aquà a cocinar cosas que no se comen en otros lugaresâ€, indica para explicar que incorporó de una de sus ‘patrias chicas’.
Afincado en Rama CaÃda, localidad aledaña a San Rafael en donde edificó su hogar a partir de un proyecto de bioconstrucción, arriesga ahora que encontró su lugar en el mundo y con él su profesión definitiva.
“Me fui cruzando con un montón de gente interesante en estos últimos cinco años. Fui ayudante del chef francés Cristoph Rivet, del que aprendà muchÃsimo, y poco a poco me fui abriendo camino, primero como ayudante, luego como asistente y ahora como chef ejecutivo de un restaurante reconocidoâ€, menciona, revelando que a ese trabajo cotidiano suma la labor docente en una escuela de alta gastronomÃa y la ocasional coordinación de diferentes equipos de cocina.
Todo por hacer
Los dos grandes polos turÃsticos mendocinos son el “Oasis Norteâ€, que abarca el Gran Mendoza y ciudades como Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Maipú, con la Ruta del Vino y un turismo más urbano en lugares con mayor densidad demográfica, y el “Oasis Surâ€, en el que actualmente desarrolla su actividad Zeke.
“Este polo abarca lugares como el Valle de Uco, Malargüe y San Rafael, con caracterÃsticas geográficas y geológicas impresionantes, con una belleza natural increÃble. Si bien el turista piensa más en turismo aventura y en actividades como trekking o rafting, sin tanta ‘salida urbana’, se va perfilando un incipiente pero interesante polo gastronómicoâ€, describe el chef, poniendo de relieve que en los últimos diez años, la población de la zona de duplicó y arribaron inversiones de extranjeros y gente de CABA y Córdoba que apalancan el desarrollo del polo. “De hecho en la primera temporada post-pandemia, San Rafael fue la ciudad más visitada en temporada. Se percibe mucha energÃa, en un proceso de renovación y crecimiento y está todo por hacerâ€, resume.
Si bien la cocina de The Club, espacio localizado en la entrada a San Rafael desde Mendoza, va de la mano con un ambiente sobrio, exclusivo y personalizado, de entrecasa Zeke tiene debilidad por la ‘cocina de cantina’ o ‘bodegón’. “Me gusta que la cocina acompañe reuniones de amigos, de familias. Me atrae desarrollar el concepto de comida casera con productos de primera calidadâ€, reconoce.
Y si bien se imagina allà en el futuro, en lo inmediato aspira a brindar su aporte a la proyección de la zona, perfeccionándose y soñando con ‘la cocina propia’ y el diseño de una carta que se ajuste a los parámetros de la gastronomÃa internacional de vanguardia.
“Hoy la gastronomÃa que se propone en los principales polos turÃsticos es ecofriendly, con la utilización de productos que se generen en un radio de no mucho más de 50 kilómetros del lugar de expendio. La tendencia en el turismo mundial es poder exhibir la trazabilidad de los productos que se utilizan en la cocina, por eso es que aparecen emprendimientos que trabajan sus propias huertasâ€, expone.
Durante el verano pasado desarrolló una propuesta que asociaba la cocina con la degustación de vinos de alta gama de la zona. Y si bien el contexto económico no ayudó para sostenerla, las ganas de emprender siguen intactas. “Me moviliza el deseo de seguir acá, no pienso en migrar y confÃo en que nuestro trabajo va a dar sus frutosâ€, expone, enunciando el deseo de que mariden vocación y economÃa.
“Somos herramientas para el desarrollo económico, a la vez que para la transmisión de un mensaje cultural muy fuerte. Somos lo que comemos. En el trajÃn cotidiano nos perdemos un poco, como sucede en todos los trabajos, pero es importante no perder de vista la importancia de la gastronomÃa en la vida de la genteâ€, concluye.