Los padecimientos no constituyen novedad alguna. Como el año pasado, el anterior y el anterior del anterior, el ingreso pleno a territorio de verano trae de la mano múltiples inconvenientes relacionados con la provisión de agua potable en la región.
En las primeras semanas de enero, los reclamos por baja presión, cortes frecuentes y extendidos o directamente falta de provisión se replican en múltiples puntos del distrito.
La apuesta de ABSA tiene que ver en buena medida con conseguir terminar lo antes posible la nueva planta potabilizadora de Punta Lara, para que el agua disponible crezca en volumen. Claro que mientras la obra sigue en ejecución, también crece en volumen la población, lo que seguramente generará nuevas necesidades a futuro.
Por el momento, tendidos obsoletos en buena parte de la red conspiran incluso con el exiguo caudal que se bombea. En los primeros dÃas del año, de hecho, fueron necesarias intervenciones permanentes de la empresa para reparar o remendar instalaciones.
“Hace más de un año que vengo reclamando a ABSA por la falta de agua. Fui a Defensa del Consumidor en Berisso con copia de varios reclamos hechos y nunca respondidos. Vivimos una condenaâ€, cuenta Miguel Ãngel, de Villa Zula, jubilado que convive con su esposa, ambos mayores de setenta años.
El cuadro, similar al que pueden describir numerosos vecinos de diferentes barrios, exhibe la imposibilidad de acceder al derecho básico a la higiene, porque el agua ‘no llega al calefón’. Tampoco se puede usar el lavarropas, porque la fuerza del agua no es suficiente para hacer que arranque.
“En Defensa del Consumidor me informan que la empresa ya se hizo cargo de la falla. Y es mentira: jamás llegaron a mi casa. Lo peor de todo es que hace más de 30 años que pago el servicio, mientras sabemos que hay miles de ‘enganchados’ que nunca pagaron un pesoâ€, expone fastidiado el vecino, pidiendo a la vez que el Intendente “esté menos atento a la próxima foto con el gobernador y más a solucionarle los problemas recurrentes a los vecinos, que pagamos ingenuamente impuestos cada vez más carosâ€.
En los últimos dÃas, otro grupo de vecinos, en este caso frentistas de calle 9 en el casco céntrico, se mostró más irritado que de costumbre al advertir que mientras el agua faltaba en sus domicilios, nadie parecÃa prestar atención a una pérdida muy a la vista a la vera del canal Génova. Tras insistir públicamente en el reclamo, la situación puntual de la pérdida fue subsanada, lo que no significa que los problemas crónicos estén resueltos.
Por su parte, vecinos de la zona de Los Talas, quienes experimentan una situación delicada con otras particularidades, también exhibieron su preocupación. En ese caso plantearon que no se atienden ‘en un tiempo razonable’ los pedidos formulados a la Delegación Municipal Zona II para el llenado de tanques.
Antes del inicio de la época estival, indicaron habitantes de la zona, hubo una reunión con funcionarios para que se garantice el derecho al agua potable. Sin embargo, y pese a que en 2023 se decretó la ‘emergencia hÃdrica’, para los vecinos el esquema dista de ser satisfactorio.