Julio Coronel, poeta y músico

Por Ángela Gentile

Julio Coronel, poeta y músico

Desprenderse de la sonrisa de Julio será imposible, porque era su carta de presentación. Por la década del ’90, junto a su amiga Marta Melero participó del legendario taller de Ana Emilia Lahitte. Este profesor de Enseñanza Primaria y Profesor de lengua Runa Simi (Kichua) por la Universidad de Santiago del Estero fue distinguido como “Mensajero Cultural” por la Municipalidad de Berisso. Dictó talleres de literatura nórdica para docentes y bibliotecarios como parte del equipo de BIBLOS’03, Programa de Promoción de la Lectura Literaria de Berisso. Fue coordinador en el Primer Congreso de Literatura Gallega y Latinoamérica (Interés Educativo Nacional) organizado por la revista Etruria en Buenos Aires junto a destacados escritores como Osvaldo Bayer, Víctor Heredia como músico y novelista, Marta Averbach y Liliana Bodoc entre otros autores notables de Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador y Galicia. Se sumó como columnista a la Revista Etruria (https://ahira.com.ar/ejemplares/etruria-no-8/a), por lo que fue distinguido junto a todo el equipo con el Premio Pregonero otorgado por la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en el año 2009. Participó del libro Diáspora Griega en América y en el homenaje internacional Costa Rica-Panamá en el centenario de Eunice Odio. Invitado al Encuentro de Poetas del Fin del Mundo-Ushuaia. Realizó Talleres de “Escritura creativa” (Universidad Católica de Buenos Aires). Su corazón santiagueño lo llevó a ser esencial en los Encuentros Mes del Provinciano coordinando y participando como poeta en “Madre de ciudades”; como así también en el club Vostok en homenaje a los inmigrantes. Fue jurado en los Torneos Bonaerenses y formó parte de la selección del Himno a Berisso. Incluido por la mítica editorial La Comuna en la selección “36 poetas” e incorporado a la Historia de la Literatura Platense. Distinguido por la municipalidad de Adrogué en el concurso “Roberto Juarroz”. Formó parte de la antología Poetas de la Ribera (Edit. Hybris) como poeta y traductor. Se sumó a las lecturas de WORLD POETRY MOVEMENT invitado por Proyecto Hybris por la Paz en el Mundo. Publicó el poemario Perdido en Febrero (Edit. Etruria, 2015) con un significativo camino en la tapa hacia Santiago del Estero, libro que actualmente se encuentra en distintas bibliotecas del mundo, de Rumania a Salamanca. En 2017 publicó Tiembla como un invierno (Edit. Proyecto Hybris). FM DIFUSIÓN lo sumó a las páginas de Escritos y Escritores de Berisso. Incluido en la web Berisso en palabras. El último proyecto de Julio, en el año 2024, fue un trabajo de traducción entre la Universidad de Rosario y la Universidad de Bolonia, donde se tradujo a Antonio Colinas (Premio Reina Sofía) al italiano y al quichua. Cabe destacar que nuestro amigo finalizó cantando en la lengua que amaba, maravillando a los traductores del mundo allí reunidos porque escuchaban en vivo una lengua ancestral.

Julio Coronel, poeta y músico

Julio o Vuduku, vive en el sonido de un violín en el monte de Santiago, en el sabor de las empanadas de tantas reuniones, una magia ancestral heredada de Ramona su madre. Y también en las chacareras que nos brindaba cada vez que celebrábamos la palabra. Su guitarra suena entre “Los del barrio”, “Coyote” o junto a Walter y Beto Barros.

Sigue girando en nosotros el corazón de su poesía, en la memoria que nos reúne para siempre. En nombre de todas y todos los que compartimos este sendero por un rato, tu palabra preferida: Tupananchiska. Hasta que la vida nos vuelva a encontrar.

Tarde en Berisso

La tarde oxida la sombra del ligustro que alguna vez la primavera verdeciera. El viento silba su zinc de techo deshojado. Y en los oídos del árbol las hojas cantan su olvido desafinado de palabras. En mitad de la ceniza el mensaje del fuego suele desear su salvación. Por eso nos vestimos de humo, para desorientar el cerrojo de la lluvia, para que la puerta del agua reparta su acequia de rumbo callado en el vino más gentil de nuestra siembra.  Y vamos como brotes que el horizonte mece en su orilla, como ramas sospechadas de asombro, buscando la raíz que la noche suele dejar en los charcos. Y así, en la mirada aparente que la letra le hace al papel, busco tu aroma de cielo anudado, el vidrio tardío de tu ciruelo, la escarcha que la brisa hace del aliento, porque también el hielo quema la luz cuando la mañana se despierta.

Julio Coronel

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