
En los primeros dÃas de enero, el cansancio de un grupo de vecinos frente a robos repetidos en su barrio derivó un principio de ‘pueblada’ en la zona de 169 entre 29 y 30. Enfurecidos tras atraparlo mientras buscaba darse a la fuga por los techos de viviendas de la zona, los vecinos golpearon duramente a un joven ladrón de 17 años que debió ser retirado por la policÃa para no ser blanco de un linchamiento. El hecho puso de relieve la situación de hartazgo e impotencia que experimentaban pobladores de la zona, quienes revelaban conocer la identidad y el largo prontuario del ladrón atrapado.
En las últimas horas, un robo de bicicleta consumado y el intento de robo de una moto a pocas cuadras, entre otros varios ilÃcitos, vuelven a poner la lupa sobre la inseguridad en el barrio. Ambos quedaron registrados por cámaras de seguridad particulares de los propios vecinos.
El primero de los hechos se registró en un domicilio de 30 entre 170 y 171, en Villa Dolores. AllÃ, las imágenes permiten ver cómo uno de dos sujetos salta un portón en horas de la madrugada, para sacar del interior de la finca una bicicleta y darse a la fuga con su cómplice. La fuga es hacia la manzana 4 frente a la 5 en dirección al asentamiento del Barrio Obrero.
“Roban de todo, no hay patrullaje. Suponemos que tanto el jefe de policÃa como el secretario de seguridad saben quiénes son los delincuentes. En este caso se llevaron una bicicleta, pero están haciendo un desastre. ¿Qué van a esperar, que hieran o maten a un vecino?â€, se preguntó uno de los vecinos afectados por el hecho.
Pocas horas después, un joven que reside en 173 entre 29 y 30 compartió su alivio por no haber sido despojado de su moto. Sin embargo, manifestó su preocupación al advertir en una captura de video que ‘zafó’ del despojo gracias a los ladridos de los perros.

“Dejé un segundo la moto en la puerta de casa y me fui a hacer un mandado para salir al trabajo. Ahà me sale el alerta de la cámara. En las imágenes se ve claramente que una persona se acerca a la moto para intentar algo indebido y frente a la reacción de los perros, duda y se da vuelta, para cruzar rápido la calle y encontrarse con alguien que lo esperaba en la vereda de enfrenteâ€, describió, compartiendo su preocupación por este tipo de situaciones. “Están a fullâ€, añadió casi con resignación.