Sábado 26 de abril de 2025

Francisco, regalo de Dios

Por el padre Guillermo Khidir (*)

Papa Francisco

El mundo llora la muerte del Papa Francisco. Jorge Mario Bergoglio, argentino, el primer papa latinoamericano de la historia. El pontífice que supo ser “padre de una humanidad sufrida, al lado de las angustias de la gente hasta el último momento”. Estuvo al frente de la Iglesia 12 años, donde rápidamente se ganó el corazón de todos, especialmente de los más necesitados, los marginados, e incluso de los no católicos. ¿Por qué?

Francisco fue una fuerte invitación a volver a lo esencial, a recordar cuál es el corazón del Evangelio. Su frescura, muestra la frescura del Evangelio. Todo lo que él dijo se resume en: encontrarnos con Cristo; amarnos; y dejarnos perdonar por él. Y al mismo tiempo ser solidarios con el prójimo. Y esto dentro del contexto del catecismo y la sabiduría de la Iglesia.

Con Francisco, la Iglesia es una Iglesia que dice lo que piensa, pero sin prepotencia, sin creerse el súper santo, sin pretender que todos se postren ante sus verdades. Es una Iglesia transparente. Francisco no ocultó los problemas internos, y entonces sí se pueden resolver.

Mostró un fuerte sentido social de la vida, frente a un nuevo y venenoso individualismo que quiere imponerse en el mundo. Por eso le han hecho una fuerte oposición que se disfraza de ideología, y muchos se abusaron de su buena voluntad.

Por todo esto puedo decir que Francisco desmitificó el papado, lo volvió simple, cercano, y por eso hay tantos creyentes que no lo comprendieron y lo trataron de hereje.

El Papa Bergoglio no dejó de hablar ni un minuto de Dios, que nos ama y nos espera. De Cristo que salva y perdona siempre. Por ello siempre tuvo gestos de caridad y misericordia con todos. Su comprensión de la fragilidad humana, su cuidado de la gente, recordarnos con palabras y obras que “todos somos hermanos”.

Con su partida, nos sentimos huérfanos, se fue el padre del mundo. Ahora toca cuidar su legado. GRACIAS PAPA FRANCISCO. REZAMOS POR VOS.

(*) El autor es un cura berissense que tuvo la oportunidad de entrevistarse en el Vaticano con el Papa Francisco

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