El Consejo de Honor de SADE Berisso

Por Ángela Gentile

Habitar cercanos al río y al monte nos identifica como gente fluvial, montaraz y mutable. A Berisso le es aplicable la frase preferida de Mario Ortiz: Mutatis Mutandis. Por cierto, esta cita latina reafirma que hemos cambiado numerosos perfiles sin olvidarnos del origen obrero, inmigrante, provinciano y quintero. Hemos inaugurado Difusión, la primera de nuestras radios, cines como Victoria y Progreso, TV por cable, bibliotecas como la Pestalozzi en 1935, vimos nacer el semanario El Mundo de Berisso y hasta la fundación de la SADE filial Berisso en el año 2020.

Esta última sigla reúne, para los berissenses, los sueños literarios de generaciones que pasaron sin lograr tener un espacio.  Fue designada como primera presidenta Marcela Di Croce, directora de la Casa de la Poesía de Berisso, quien ahora, en 2025, a un año de haber cumplido su mandato reflexiona: “Representar a Berisso en la SADE, lugar donde crecí escuchando distintos idiomas, donde la poesía estuvo presente desde mis primeros años de vida fue un honor. Inicié una gestión que sin duda todas las comisiones que nos representarán en pos de engrandecer Berisso, mejorarán. En mi gestión se realizaron talleres de poesía en bibliotecas, escuelas primarias y secundarias”.

A sugerencia de SADE La Plata, se conformó en la filial local el primer Consejo de Honor. Según palabras de Di Croce, se conformó una comisión y se declararon Miembros de Honor a destacadas personalidades representativas de Berisso y vinculadas a la palabra en distintas disciplinas: la Prof. Lidia Lewkowicz en literatura; Gladys Sandoval y Darío González en narración oral; Juan Francisco Klimaitis en naturalismo; Stella Loholaberry como compiladora; Héctor Gabriel Ghidini en filosofía y Marcelo Gálvez como cineasta.

Han pasado ya unos años y ante la presencia de una renovada comisión (asumida en diciembre de 2024) se consultó a algunos integrantes sobre qué sintieron al ser reconocidos por su labor, cómo lo vivieron o viven, al saberse parte de este espacio que tiene por objetivo impulsar a las generaciones venideras a retomar los caminos con sus propios lenguajes, sabiendo que parten de una historia que comenzó a fortalecerse en el siglo XX.

Lidia F. Lewkowicz es profesora en letras, becaria del Fondo Nacional de las Artes, escritora y ejerció la Secretaría de Investigaciones del Instituto de Literatura de la provincia de Buenos Aires. Ha publicado: Tres sociedades literarias argentinas, Generación poética del 30, El tema de la muerte de Elías Canetti, Dos Mujeres del siglo XIX: Juana Manso y Golda Meir. La autora se refiere al reconocimiento: “Esta designación fue y es de por sí un grato acontecimiento. Lo refrendaban conocidos muy inteligentes con quienes solía encontrarme en actos de escritores y vaya una felicitación a la SADE toda que recorre el país con conocimiento y cultura. Por otra parte, saber que mis propios vecinos actúan, recorren países, son estimulados con premios internacionales resulta un gran honor para la ciudad. El encuentro con miembros locales me ha dado también satisfacciones en lo que respecta la acción o inacción de determinados grupos que merecerían ser apoyados por una institución como es la Sociedad de Escritores. Últimamente me he enterado de honrosos escritores de esta ciudad que han hecho y presentado muy útiles proyectos sin respuestas que estimulen, pero siempre adelante. Es para mí un orgullo también recibir alrededor de 10 mails por día del Secretario General Guillermo Pilía, a quien admiro y no siempre contesto. Un abrazo para todos”.

Entre los miembros de honor de la SADE Berisso está el naturalista Juan Francisco Klimaitis, quien ha escrito Cien mariposas argentinas, El espíritu de Berisso tomo 1 y 2, Árboles de Berisso, entre otros tantos títulos de carácter social y científico. También figura Darío González, quien fuera director de cultura y concejal, así como autor del libro El mal del sauce y otros cuentos, dedicado al rescate de los personajes de su infancia en Palo Blanco, y conductor del programa de televisión Por la noche -nominado al Martín Fierro por Cable- y del programa radial Con la magia de la noche. Amante de la poesía y la narración, las difundió oralmente.

Stella Loholaberry fue quien recopiló las recetas de cocina aportadas por los inmigrantes en el libro Los sabores de Berisso y contribuyó a la identidad de la sociedad berissenses, con otras narrativas como la Cantata fundacional, El desembarco de los inmigrantes, El homenaje a la Calle Nueva York y el concurso de cocina de la inmigración. Respecto del reconocimiento dijo: “Al recibir la designación como Miembro de Honor de la SADE, sentí que reconocían mi labor de años en favor de la recuperación de la cultura de los inmigrantes en Berisso. Tuve un par de sensaciones, la primera fue de asombro ya que nunca esperé un honor así; y, la segunda un profundo agradecimiento y una sincera alegría por formar parte de esta primera Comisión”.

Gladys Sandoval administra en Facebook el espacio Historias de Berisso. Participa de encuentros donde el objetivo es narrar la identidad de una ciudad a través de la recuperación de las historias. Invitada por la catedra de patrimonio cultural de la UNLP, expuso en la casa de Dardo Rocha el latir de Berisso. Aquí su testimonio: “Historias de Berisso es un espacio de expresión y conexión entre personas de diferentes edades y lugares del mundo. Basado en un trabajo constante y continua curiosidad es como se ha logrado equilibrar y mantener el grupo participante que va en continuo aumento. La búsqueda en bibliotecas, internet y sobre todo los recuerdos e historias de quienes fueron protagonistas fortalecen este sitio. En noviembre de 2020 la Sociedad Argentina de Escritores filial Berisso me propuso integrar el Consejo de Honor de la SADE, reconocimiento que recibí con gran beneplácito porque le fue otorgado sobre todo a la pasión por la preservación del patrimonio oral de mi ciudad. Debo decir que dicho galardón fue un motor para seguir fomentando la conexión y el intercambio de historias actualmente con más de siete mil integrantes”.

Héctor Gabriel Ghidini es Profesor de Filosofía (UNLP) y poeta. Ha publicado El Junco, La lucha y los diáfanos y Vestigios. Aquí sus palabras: “Al recibir la designación para integrar lo que iba a constituir el Comité de Honor sentí, como no puede ser de otra manera, el reconocimiento y la responsabilidad que asumía. Conocemos la reserva histórica que caracteriza a Berisso, donde engarza la fuerza de representación propia con la conformación de nuestra conciencia nacional. Todos sabemos lo que es el compromiso con la palabra y cuánto exige para sostener variadas formas en el sentir que la constituye, tanto por la experiencia existencial como por el intercambio surgido del orden social y el nacional, lógicamente. El compromiso fundamental que se asume es el de sostener la lealtad a la palabra. Todos desarrollamos en ella y está en nuestra esencia humana llevarla cada vez más lejos y elevada que podamos. Tanto en modo verbal como en la escritura. Es un compromiso, con el que, por supuesto, deseo cumplir”.

Marcelo Gálvez, reconocido productor, director y guionista llevó su mirada a festivales internacionales y nacionales. Fundó la productora La Mirilla Cine y a través de ella promovió documentales que exploran y analizan las problemáticas sociales, como Maestro de dos mundos, Jangadeiros di Alagoas y Mauro Wichí.  Sus largometrajes siguen la línea antes mencionada: Cipriano, yo hice el 17 de octubre. Bepo, vida secreta de un linyera y el film sobre   Martín Patricio Barrios, fotógrafo. Actualmente trabaja en la MAP (Movimiento Audiovisual Platense) y en la RAD (Red Argentina de Documentalistas). Gálvez dice: “Siento gratitud por haber sido designado Miembro de Honor de la SADE por la ciudad de Berisso, el lugar que despertó tempranamente mis inquietudes sociales, culturales y artísticas. Una ciudad que tras la estela de la inmigración, todavía luce la presencia incongruente y extraña de un pasado esplendoroso, mientras traza una huella hacia nuevos sueños. Este Berisso que se recuesta sobre el monte para escuchar mejor la voz del río y soñar con la isla Paulino, transita con lentitud todos los espacios. Basta mirar la luna sobre el puerto o recibir las agujas de la Sudestada en el rostro para saber que somos ese universo donde se amalgaman las historias de los que aquí vinieron y vivieron. Lugar donde las leyendas urbanas de personajes míticos voceaban las noticias; mezclados al recuerdo de los obreros pedaleando en las madrugadas hacia las fábricas o la hilandería. Espacio donde la mítica calle Nueva York recibía al mundo en su puerto y donde los quinteros y viñateros de Los Talas veían nacer el vino de la costa. Este Aleph, este alfa y omega que aún somos, se agita con el rumor de las motos recorriendo la Montevideo, por la Fiesta del Inmigrante, por el Mercado de la Ribera o la Fiesta del Vino. Todos y todas estamos atravesados por esa magia inexplicable de pertenecer a una ciudad que se enorgullece su identidad, respeta la memoria de todas las sangres que la conforman, de todas las lenguas que la han atravesado haciendo que todo ocurra en Berisso”.