
Como parte del programa “Esquinas por la Memoria†que impulsa la Municipalidad, se concretó recientemente la colocación de señalización que evoca a Miguel Ãngel Soria, quien fuera secuestrado en 1976 y asesinado el 3 de febrero de 1977 durante la última dictadura. La señal indicatoria que ahora lleva su nombre fue colocada en la esquina de 11 y 156, en inmediaciones de su casa paterna.
Soria formó matrimonio con MarÃa Buet, pareja con la que se conocieron cuando tenÃan 17 y 16 años respectivamente y compartÃan una activa militancia dentro de las filas del Peronismo. Años después tuvieron a su hija, Stella, a quien vio por última vez cuando la pequeña tenÃa cinco años.
En el libro “Las vidas que nos faltan†de Jorge Drkos, el testimonio de su esposa permitió conocer que en los últimos años del gobierno de MarÃa Estela MartÃnez de Perón y debido a la crisis económica, Miguel trabajaba de dÃa en el Astillero RÃo Santiago, en donde cumplÃa funciones como delegado, y por la noche en el frigorÃfico Swift, en el sector de Frozen.

Los dÃas previos al golpe militar de 1976, los anuncios de Emilio Mondelli, continuador de las polÃticas de Celestino RodrÃguez en el Ministerio de EconomÃa, produjo una fuerte reacción de la militancia y reactivó entre otras la actividad de “la Coordinadora†de gremios, comisiones internas y delegados de La Plata, Berisso y Ensenada. Desde esos sectores se exigió un aumento salarial y hubo pronunciamientos contra los despidos y las privatizaciones. Como la caÃda del gobierno de Isabel Perón era algo más que un rumor, se sumó el rechazo a un posible Golpe de Estado.
Fue asà que el 18 de marzo de 1976, el Astillero inició una huelga. En simultáneo fue tomado el frigorÃfico Swift y luego de una jornada de resistencia los trabajadores fueron desalojados a palazos y gases.
En el citado libro de Drkos se menciona que el 6 de junio de 1976, luego de que compañeros de Soria ya habÃan sido asesinados, las fuerzas de seguridad montaron un operativo a dos puntas en su búsqueda: una sobre el departamento de La Plata que habitaba con su familia y otro en la casa berissense de sus padres.
Su hija Stella nunca olvidará esa tarde. “Llegaron alrededor de las 18:00. Estaba mirando en televisión La Pantera Rosa. En un principio creà que eran amigos de mi abuelo porque comenzaron a charlar con él, incluso un hombre mayor vestido de traje me hizo upa y me preguntó por mi papá, después supe que era el comisario inspector Atilio Pascual Viola, de la Brigada de Investigaciones de La Plataâ€, mencionó en su testimonio.

Respecto del episodio, la esposa del trabajador declaró que al llegar a la esquina del departamento en el que vivÃan, el verdulero la alertó. “Ni se te ocurra ir a tu casa, está lleno de policÃas, se llevaron a tu maridoâ€, le transmitió.
Según pudo reconstruirse, Miguel Soria estuvo detenido en el centro clandestino de detención “La Cacha†y en la comisarÃa de Lanús. El último lugar en el que se lo vio con vida fue en el municipio de San MartÃn. Sus restos fueron hallados junto a los de otros cuatro militantes en el cementerio de esa ciudad.
La muerte de Soria se habrÃa registrado el 3 de febrero de 1977 en las calles Falucho y Besares de Ciudadela, partido de Tres de Febrero en un supuesto ‘enfrentamiento’, excusa que solÃa utilizar el régimen para ocultar fusilamientos.
Miguel Soria fue el primer trabajador asesinado del Astillero RÃo Santiago que pudo ser identificado. Actualmente sus restos descansan en el cementerio Parque Campanario junto a los de sus padres.
En el acto de colocación de la señalética que lo recuerdan en la esquina berissense de 11 y 157 estuvieron presentes su hija Stella y su hermano Rubén. De la actividad participaron también el intendente Fabián Cagliardi junto a la directora de Derechos Humanos, Mara González, integrantes de la Mesa local por los Derechos Humanos, concejales y vecinos.