
Más allá de objeciones y crÃticas respecto de la posible confusión que podrÃa generar entre los electores la utilización por primera vez de la Boleta Única de Papel (BUP), en el caso de Berisso la elección de este domingo puso de relieve que el sistema no generó mayores complicaciones y en general mejoró tanto el tiempo de espera de los votantes como la labor de las autoridades de mesa a la hora del conteo de votos y el vuelco de datos a planillas.
En términos generales, la BUP salió airosa de su debut, aunque puede presumirse que de los alrededor de 1.350 electores (de un total de 59.475) que anularon su voto (el 2,25% faltando escrutar sólo 3 de las 240 mesas totales) un porcentaje importante lo hizo en forma involuntaria, al cometer errores en las marcas que realizó en la boleta. Asà como el porcentaje de votos nulos estuvo esta vez por encima de la media habitual (en general no supera el 1%), el de votos en blanco estuvo marcadamente por debajo, ya que con el 98,73% de votos escrutados es del 1,26% (751 votos).
Con dos años de plazo para que las dudas en torno a cómo emitir el voto se reduzcan al mÃnimo y teniendo en cuenta que el sistema evita varias ‘picardÃas’ asociadas al método de boleta partidaria, pocas dudas quedan respecto de que la BUP, al menos en lo que hace a votaciones nacionales, llegó para quedarse. Resta conocer qué decisión adoptará la provincia de cara a la próxima cita con las urnas, en la que se elegirá, además de legisladores y concejales, gobernador e intendente.