
El pasado fin de semana, el equipo de alumnos y docentes de la Escuela de Educación Técnica Nº2 Emilio Rebuelto que participó de la competencia “Desafío ECO YPF” con un automóvil eléctrico fabricado y diseñado en los talleres del establecimiento, se ubicó en el puesto 49 entre más de 130 participantes de distintos lugares del país.
La convocatoria de la Fundación YPF permitió a la comunidad educativa de la Técnica con sede en 12 y 169 vivir una primera experiencia en este campo, agregando al desafío el reto de trabajar contra reloj, ya que la invitación llegó apenas dos meses antes de la definición del certamen.
Con el compromiso asumido, docentes y alumnos pusieron manos a la obra y el sábado y domingo lograron poner en la pista del autódromo de Concepción del Uruguay al auto número 36 en representación de Berisso.
“Fue una gran experiencia. Otras escuelas participan desde hace varios años, pero para nosotros era la primera vez”, describió el docente Fabián Díaz, mencionando además que fue una verdadera aventura avanzar en el armado del auto con los elementos de base que aportó la Fundación YPF. “La performance del vehículo en la competencia fue sobresaliente y superó nuestras expectativas”, afirmó.

Además, el monoplaza llevó en su vistoso ploteo símbolos que representan a la ciudad como los de la Mansión de los Obreros, el Puerto y el Vino de la Costa: una forma de llevar la esencia de la ciudad a bordo, lo que despertó la curiosidad entre otros participantes, que se acercaron permanentemente a formular alguna pregunta sobre las imágenes.
A lo largo del fin de semana se desarrollaron cinco competencias: tres el sábado y dos el domingo. “Hicimos buenos tiempos. El auto funcionó y no tuvo inconvenientes. Participamos de todas las competencias y en la última, que era la de resistencia, superamos nuestras expectativas, porque el auto siempre mantuvo el ritmo y de 133 participantes terminó en el lugar 49. Finalizada esa etapa todavía tenía resto de energía para seguir, mientras que otros habían agotado sus baterías”, destacó el profesor Díaz.
El equipo oficial estuvo integrado por los profesores Carlos Faundez y Ana Padrón, junto a los alumnos Maxi Heredia, Priscila Gómez, Juan Lorenzo, Lucia Ocampo, Francisco Schultz, Bruno Marotta y Junior González. A ellos se sumaron los profesores Mario Rotilli, Javier Polischuk y el propio Díaz, quienes se encargaron de transportar el auto y acompañaron a la delegación para resolver cuestiones logísticas.
“Pasaron cosas muy positivas, como la de solucionar inconvenientes que fueron surgiendo. Por ejemplo, vimos que los otros coches debajo de la trompa tenían un piso y el nuestro no, así que los chicos pensaron cómo solucionarlo. Con cartón y otros materiales colocaron una base y eso mejoró en unos segundos la velocidad. Estas cosas son enriquecedoras”, subrayó Díaz.

Si bien en primera instancia el desarrollo de la unidad convocó a alumnos y alumnas de séptimo año de las áreas de Electromecánica y Energías Renovables, a ellos se sumaron otros cursos y especialidades. “El proyecto fue tan convocante que se involucró a varios cursos y materias, porque a las iniciales se agregaron áreas como diseño, ploteo, marketing, informática y así se fue sumando mucha gente. Los chicos hicieron de todo: soldaron, pulieron, cortaron, pintaron, diseñaron, todo lo que se necesitaba. Entendemos que fue una experiencia sumamente positiva, de integración y de desarrollo de conocimientos”, destacó el docente.
Tras esta enriquecedora participación, el objetivo es ahora repetir el proceso el año próximo. “Esta experiencia nos sirve para hablar de un resurgir de las escuelas técnicas, de mostrar lo que ofrece y de las capacidades con las que cuentan”, expuso el profesor, quien en representación de todo el grupo agradeció a las personas, empresas y comercios que aportaron distintos elementos para el desarrollo y armado del automóvil eléctrico.