Martes 30 de diciembre de 2025
Auditorio Altar

Este martes, el Juzgado de Faltas Nº2 a cargo del Dr. German Sheridan resolvió disponer la clausura preventiva de la actividad que desarrolla en el local de 153 entre 9 y 10 la iglesia evangélica “Auditorio Altarâ€, a cargo del pastor Juan Osman.

En la Resolución se invoca un acta de infracción librada este lunes a las 10:00 por personal de Control Urbano, que al realizar una nueva inspección en el sitio, encontró que carecía de la pertinente habilitación, violando lo dispuesto por las ordenanzas 3902/21 y 1407/90.

La medida, reza el texto emanado del Juzgado, se mantendrá hasta tanto el imputado obtenga el acto administrativo que le conceda la necesaria habilitación y lo acredite fehacientemente.

La clausura, se indica del mismo modo, debe hacerse efectiva mediante la actuación de personal de la Dirección de Control Urbano, si fuera necesario con el auxilio de la fuerza pública.

Cabe mencionar que en simultáneo con esta disposición relacionada con la falta de habilitación del establecimiento, sigue por las vías correspondientes una causa originada en denuncias por amenazas y acciones de amedrentamiento de parte de integrantes del culto denunciadas por vecinos del lugar.

Lo niego todo

En los días previos y luego de concedérsele el derecho a réplica que solicitara para expresarse en torno a información publicada en este medio respecto de la actividad de la iglesia a su cargo, el pastor Osman eligió referirse al caso a través de un posteo en Facebook.

Allí, afirmó que los delitos que se le imputan no existieron. “Niego de manera absoluta haber amenazado o agredido a persona alguna. Nunca existieron amenazas ni hechos de violencia por esta parte. Todo lo contrario: nosotros hemos sido víctimas de violencia ya que personas ajenas a nuestra congregación ingresaron al Templo, agrediendo a los presentes, lo cual se encuentra denunciado ante la Justiciaâ€, enfatizó, en días en que los vecinos hicieron públicos videos que dan cuenta del grado de violencia al que escaló el conflicto vecinal.

Conforme a la interpretación de Osman, las publicaciones periodísticas efectuadas responden a una ‘acusación unilateral, sin pruebas ni resolución judicial’ y expone al culto ‘injustamente, afectando su buen nombre’.

“Una denuncia no es una condena, y difundir acusaciones como verdades es también una forma de violenciaâ€, evaluó el religioso, indicando que la iglesia aportó todo el material referido al asunto en la justicia.

Finalmente, confió en que “la verdad saldrá a la luz†por las vías legales correspondientes y transmitió reservarse el derecho de iniciar acciones legales “ante la difusión de información falsa o malintencionadaâ€.