Instituciones y organizaciones sociales y políticas de la región lanzaron una convocatoria para llevar adelante el jueves 8 de agosto al mediodía la jornada “El hambre es urgente: la región se organiza”.
El encuentro se iniciará con una olla popular y continuará con un debate en comisiones, con la intención de proponer políticas y/o posibles programas públicos que fortalezcan la articulación regional para favorecer el acceso a alimentos y servicios esenciales de los segmentos de la población más desprotegidos.
La decisión de avanzar en la convocatoria surgió a partir de una reunión que la semana pasada se celebró en el marco del Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata. Allí, se labró un documento en el que se manifiestan “preocupación y compromiso frente a la grave situación que atraviesan miles de familias de la región que en este tiempo no tienen garantizado el derecho humano a la alimentación y a la seguridad alimentaria reconocidos en instrumentos jurídicos nacionales e internacionales”.
La creciente desocupación y la pérdida de poder adquisitivo, marcaron las organizaciones firmantes del documento, genera que decenas de miles de familias enfrenten cotidianamente condiciones que dificultan el acceso diario e indispensable a los alimentos, debido al incremento sostenido del precio de los mismos alimentos, así como del combustible para cocinar y calefaccionar y del transporte.
Los informes del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, de UNICEF Argentina, del Observatorio Socioeconómico de la UCALP y del propio Consejo Social de la UNLP dan cuenta de la gravedad de la situación, describen con precisión cómo la vida cotidiana de las familias se deteriora a lo largo de los meses y alertan sobre las consecuencias -materiales y simbólicas- que esto tiene en el presente y en el futuro de niños, niñas, adolescentes y de otros grupos vulnerabilizados como personas adultas mayores, personas con discapacidad, entre otras.
A la vez, ponen el acento en la decisión del Estado nacional de retirar la asistencia alimentaria a comedores, merenderos y otros sitios de distribución de alimentos, considerando que “incumple su deber de garantizar ese derecho humano esencial” y que profundiza una disputa con organizaciones sociales, desconociendo el papel que cumplen junto a clubes de barrio, iglesias y otros espacios comunitarios.
“Esta realidad dramática e injusta nos afecta como sociedad y nos moviliza, para plantear que el hambre es un problema de toda la comunidad, no sólo de quienes lo padecen”, se plantea en el documento que se hizo público días atrás, en el que además se pone el acento en que la vida en barrios populares “se precariza y se degrada al ritmo del crecimiento de la crisis en sus múltiples dimensiones, dando lugar a situaciones cada vez más desesperantes, tales como el crecimiento de consumos problemáticos de sustancias, de situaciones de padecimiento mental, de personas en situación de prostitución, de familias en situación de calle, de narcomenudeo con presencia de narcotraficantes, entre otras que muestran un complejo entramado de poder y violencia en las comunidades”.
Entre las numerosas instituciones y organizaciones firmantes figuran CGT y CTA, con sus respectivas regionales de la zona, varias facultades de la UNLP, el CEVECIM berissense, AMET, ATULP, ADULP, CCC, Conicet La Plata, Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires), Pastoral Social, Presidencia de la UNLP, áreas de Desarrollo social de las municipalidades de Berisso y La Plata, UCALP (Secretaría de Extensión y Centro de Aprendizaje y Servicio Solidario Santa Clara de Asís), UTN Facultad Regional La Plata y UTEDYC.
