Como viene ocurriendo en lo que va del año, el segundo sábado de cada mes el Teatro Comunitario de Berisso brinda en su sala de calle Nueva York y Marsella funciones de la obra “Creer o reventar”, sobre libro propio.
En el boleto de ingreso se ofrece al espectador, antes de que tome ubicación, un preludio de lo que verá en escena. “Existen innumerables leyendas sobre apariciones de fantasmas en los teatros. Entre los históricos adoquines de la calle Nueva York de Berisso surge una nueva sala de teatro que tiende su puente entre sus habitantes del pasado y del presente. Los recuerdos revueltos han vuelto y sus historias se hacen presentes para luchar contra el olvido”, se lee allí.
En la función de julio, antecedente inmediato de la que se ofrecerá este sábado desde las 20:00, la sala volvió a mostrarse completa y el público disfrutó de la labor de un grupo que hoy integran más de treinta integrantes. Desde el comienzo, los espectadores son puestos en clima con juegos de luces y música en vivo.
Los protagonistas centrales son en este caso ‘fantasmas’: los espíritus que vivieron aquí desde siempre, los que llegaron desde otras tierras, los que caminaron los adoquines de la calle Nueva York, los que habitaron sus burdeles, los que protagonizaron las luchas obreras, los que se instalaron en la Isla Paulino, los que elaboraron el vino propio, los que se inundaron, los que escucharon las explosiones y vieron las llamas del San Blas, los que -en síntesis- hicieron su aporte para delinear la fisonomía de la ciudad.
Entre ellos surge la disputa para establecerse como el fantasma de la sala y en extensión el de la ciudad. Se inicia así un recorrido con frases y canciones que sitúan al público en los diferentes momentos históricos, con guiños de humor y sobre todo raptos de emoción. Luces, música y voces ponen al espectador en constante atención dentro del marco de una escenografía y vestimentas propias para el libreto.
Esos espectros, esas almas, se encargan de recordarnos ‘quiénes somos’; son en verdad los que protagonizaron las historias de antaño, que ahora se encargan de relatar. En ese andar se entrelazan, uniendo los tiempos, con aquellos a los que el corazón todavía les late. Amores, familias, luchas, borracheras, momentos compartidos que se reeditan superando las épocas.
El espíritu que sobrevuela la obra de alrededor de una hora de duración y da pie al canto de los intérpretes pone de manifiesto que “sin fantasmas no hay historias”.
Tercera obra
En septiembre, el Teatro Comunitario cumplirá 19 años de vida. Durante estas casi dos décadas de vida, hubo antes otras dos obras, la fundacional “Primeros relatos” vinculada a los inmigrantes y los frigoríficos y “Kermesse”, relacionada con los sueños de un grupo de trabajadores. Esta tercera fue bautizada “Creer o reventar”.
“Durante los tiempos de pandemia pensamos en el desarrollo de una nueva obra y nos enfocamos en el tema de los fantasmas, con la idea de hablar de Berisso. Comenzamos con un tipo de intervención que duraba diez minutos y la presentamos ni bien se levantó el aislamiento porque teníamos necesidad de actuar. Después se transformó en una obra de teatro con una puesta en escena con 35 personas que actúan y cantan con música en vivo”, describe Laura D’Angelo, directora del grupo.
En relación al eje de la historia advierte que ‘cada teatro tiene su propio fantasma’, por lo que se trata en este caso de determinar cuál es el de la sala local. “En esa disputa surge que ese fantasma tiene que ser algo colectivo. Hay mucha emoción, hay humor porque a esos fantasmas les pasan distintas cosas y hay una mirada esperanzadora de los vínculos y de soñar un Berisso unido. En la canción final decimos que lo colectivo es la bandera de Berisso”, afirma.
Ensayos y presentaciones
“Creer o reventar” se vuelve a presentar este sábado. La reserva de entradas puede hacerse a través de redes sociales del Teatro Comunitario de Berisso. El valor lo pone cada asistente al finalizar la puesta en escena, ya que como grupo comunitario se trabaja ‘a la gorra’. Culminada la función, también se pone a disposición del público un buffet con precios realmente accesibles.
Quienes estén interesados en sumarse al grupo pueden acercarse a ver algún ensayo los lunes y jueves de 19:00 a 22:00. “No se requiere de experiencia previa, solamente hay que tener ganas de actuar”, aclara D’Angelo. “En esos ensayos hay momentos para trabajar lo teatral y dar herramientas a quienes se incorporan y luego integrarse a la obra. Lo maravilloso de este tipo de teatro es que uno no debe esperar a fin de año para ser parte de las presentaciones. Acá se trabaja mucho y con calidad para que se pueda estar rápido actuando”, afirma.
