“La única pelea que me interesa es contra las políticas de Milei”, expuso en el acto por el 17 de Octubre que encabezó esta tarde en Berisso el gobernador Axel Kicillof, bajándole el tono al ‘ruido’ partidario por la cercana renovación de autoridades del PJ nacional.
“Quieren debilitar el escudo que se llama Peronismo. Mi opinión es muy sencilla: unidad, unidad y unidad”, dijo en otro tramo del mensaje, en el que hubo tantas alusiones a Perón y a Evita como a Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Buena parte de las expectativas de la jornada estaban centradas en si el acto serviría para conocer el posicionamiento del mandatario bonaerense en relación a las intenciones de la ex-Presidente de convertirse en nueva jefa partidaria. Sin embargo, Kicillof se mostró decidido a no polemizar sobre el asunto y, como varios manuales de la política indican para estos casos, marcó que “no es momento de hablar de candidaturas” cuando desde las cercanías al palco comenzó a escucharse el cantito ‘¡Pre-si-deeen-te… Axel presidente!’. “Pensé que cantaban ‘La patria no se vende’”, bromeó, para que la música suene de inmediato con otra letra.
Al acto, que tuvo el escenario en Montevideo y Nueva York mirando hacia Los Talas, se sumaron numerosos militantes de agrupaciones y organizaciones del peronismo de la región y de varios distritos del conurbano. Los visitantes desembarcaron a primera hora de la tarde, mientras sus colectivos los esperaron formando una larguísima fila sobre Avenida Génova.
Entre los dirigentes subidos al palco estuvieron, además de la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente anfitrión Fabián Cagliardi, miembros del gabinete provincial; otros intendentes; diputados nacionales; legisladores provinciales; referentes sindicales; representantes de movimientos sociales y estudiantiles y concejales. ¿Nombres? Fernando Espinoza, Pablo Moyano, Rodolfo Daer, Andrés Rodríguez, para citar algunos.
Pasadas las cinco de la tarde, a la espera del discurso del gobernador, la muchedumbre copaba más de doscientos metros de la avenida principal, ensanchándose a la altura de la calle de acceso a TecPlata. “Unas 50 mil personas”, redondearon con satisfacción desde el entorno del gobernador.
A la mencionada decisión de evitar hablar de internas, Kicillof contrapuso la de encadenar críticas a la gestión del presidente Milei, marcando diferencias ideológicas y subrayando que las prioridades de gestión son diametralmente opuestas entre la administración nacional y la provincial.
De hecho, en una de las invocaciones a la política del gobierno nacional se refirió al que definió como un Estado ‘desertor’ para poner de relieve que “mientras ellos cortan todo”, en la provincia se decidió ampliar partidas para el servicio alimentario escolar, o cubrir otras demandas sociales agudas.
“Mi responsabilidad y mandato es el de conducir un gobierno en las peores circunstancias, brindar un escudo que proteja y atenúe lo que está haciendo Milei”, remarcó, sin dejar de marcar sus posicionamientos ante cuestiones como la soberanía argentina en Malvinas y el conflicto en las universidades.
“Los mejores días siempre fueron peronistas: los más felices fueron con Cristina y los mejores tienen que estar en el futuro”, pronunció en otro tramo de su alocución, para enviar un nuevo mensaje al Presidente de la Nación. “Que a Milei le quede claro: la dignidad no es un negocio, la solidaridad no es una transacción, la libertad solo es posible con justicia social, la vida no es un mercado y la patria no se vende”, enfatizó, subrayando su intención de colaborar “con la construcción de una alternativa superadora, que ponga a la Argentina en el camino del desarrollo”.
