La Licenciada en Nutrición, Agustina Curatnik, repasó iniciativas para una dieta saludable en verano. De este proceso, mencionó, deben participar las familias hacia un cambio global en los hábitos alimentarios.
Según explicó la profesional, hay varios ejes fundamentales, como los asociados a la hidratación o a la inclusión en la dieta de verduras y hortalizas, pan, cereales, legumbres, pescados.
“Mantenerse bien hidratado, es algo fundamental”, definió respecto al primero de los puntos. “Siempre damos la opción para que la bebida sea agua, que no sean bebidas azucaradas como gaseosas colas o aguas saborizadas; éstas tienen las misma cantidad de azúcar que las gaseosas. El setenta por ciento de nuestro cuerpo está compuesto por agua y si salimos a hacer algún tipo de deporte, tenemos que recuperar el peso que perdimos. Nuestro cuerpo ante las altas temperaturas tiende a mantener la temperatura; ahora bien como la mantiene, hidratándonos. Es fundamental la hidratación en niños y ancianos. Para los más chicos se recomienda no dar bebidas azucaradas, sí algún tipo de fruta como una lonja de melón o una naranja”, sostuvo.
En lo que hace a verduras y hortalizas, mencionó que el objetivo principal es mejorar la dieta en época estival. “Se recomienda comer dos veces al día. Con el tema de la verdura recomendamos que una vez al día sean verduras crudas ya que la fibra nos aporta mayor saciedad. En la dieta tenemos que aportarle al cuerpo verduras de todo tipo y color. Alimentos vegetales de color rojo, amarillo, ricos en betacarotenos y otros antioxidantes. No hay que olvidarse de las zanahorias, calabaza, pimiento rojo, espinacas y berros. También se recomienda para las ensaladas utilizar aceite de oliva extra virgen”, indicó.
Del mismo modo, definió que el aporte de la fruta es imprescindible en el verano. “Las frutas también nos hidratan, se recomienda de tres a cuatro piezas de fruta por día, porque tienen antioxidante, nos aportan vitaminas y minerales, fibras, vitamina C, polifenoles y carotenos. La fruta que se ingiere sea con cáscara o piel en lo posible porque nos aporta más fibra y lo elementos mencionados. Los jugos naturales también son recomendados y mejor si le dejamos la pulpa”, sugirió.
Otro de los ejes fundamentales para cambiar los hábitos alimenticios, sugiere Curatnik, tiene que ver con el pan y cereales integrales. “Al momento de armar un almuerzo rápido en verano una opción fácil y rápida son los sándwich saludables. Incluyendo el pan integral bajamos el consumo de harinas refinadas”, dijo.
En cuanto a las legumbres, la nutricionista explicó que en la dieta son altamente recomendables. “Se sugieren por su valor nutritivo y su contenido de fibra. En verano apetecen más en forma de ensalada y se recomienda al menos consumir dos veces por semana”, advirtió también haciendo referencia al pescado como un alimento fundamental en la dieta. “En verano hay que aprovechar de los pescados de agua fría, estos nos aporta Omega 3 que son aceites esenciales y buenos para la salud, son ricos en proteínas, fósforos y calcio. De dos a tres veces por semana nos conviene consumir pescados azules. El atún al natural es una muy buena opción para el verano”, estableció.
Si bien los helados siempre apetecen con el verano y el calor, Curatnik recomendó inclinarse por los helados de agua. “Hay que prestar atención en las heladerías y tratar de comprar en aquellas que haya recambio permanente de mercadería. El helado cuando lo consumimos nos enfría el cuerpo pero también induce a la termogénesis y hace que se eleve la temperatura corporal de nuestro organismo, por esas cuestiones hay que tratar de comer helados livianos de frutas y de agua”, subrayó.
En la dieta, otro punto fundamental que hace hincapié debido a las altas temperaturas es la de preservar la cadena de frío. “Es necesario durante todo el año, pero en el verano se convierte en imprescindible. En el supermercado ir a las góndolas de lo frío a último momento, conservar una temperatura adecuada en la heladera. También siempre es preciso extremar las medidas de higiene al manipular los alimentos, lavarse las manos frecuentemente para evitar posibles intoxicaciones”, expuso.
“La gente comenzó a mejorar su dieta, en la actualidad lo toman como un estilo de vida y eso es lo que predicamos todo el tiempo. También es saludable cambiar los hábitos en toda la familia, que acompañe al paciente y a los más chicos, erradicar el consumo de golosinas, en verano es una buena oportunidad”, concluyó la nutricionista.
