Pocos minutos antes de las nueve de la noche de ayer, un móvil del Cuerpo de Bomberos que se acercaba a la zona de 26 y 161 para dar respuesta a un pedido de servicio recepcionado en su central de emergencias, debió retirarse del lugar al ser recibido con hostilidad por un grupo de personas apostadas en el lugar.
Consultados en relación al hecho, directivos del Cuerpo Activo de la Sociedad de Bomberos explicaron que la dotación a bordo del móvil 29 se dirigió al sitio con la intención de dar respuesta al llamado de una vecina, que planteó su preocupación por un foco ígneo iniciado a pocos metros de su domicilio.
Según mencionaron, se trataba de una salida de rutina, que probablemente no hubiera requerido más que alguna conversación preventiva con quienes se encontraban en torno a la fogata.
“Prestamos atención a todos los llamados que recibimos. Los bomberos se acercaron sin sirena, dejaron el móvil a unos treinta metros y el responsable de la dotación se acercó con la intención de evaluar la situación, teniendo en cuenta que se habían prendido fuego algunas ramas, basura y neumáticos”, describieron.
“Sin mediar palabra, un grupo de 6 o 7 personas mayores que estaban ahí, desató una lluvia de piedras sobre el autobomba, generando daños de chapa en un costado y en la parte trasera”, afirmaron también desde el Cuartel Central de 7 y 164, indicando que el episodio podría haber sido aún más grave si una de las piedras alcanzaba el parabrisas o impactaba contra alguno de los bomberos.
Tras confirmar que el foco ígneo no representaba una situación de peligro, los efectivos decidieron retirarse, no sin antes comunicar lo sucedido a la policía.
“Por fortuna la situación no pasó a mayores, pero realmente indigna que pasen estas cosas. Primero porque no hubiera pasado nada si simplemente se conversaba y segundo porque estuvo en riesgo la integridad de varios bomberos y de un móvil, con lo que nos cuesta mantenerlos operativos”, enfatizaron referentes del Cuerpo Activo de la entidad.
