La historia dirá que el 20 de mayo de 2017, un púgil nacido en Berisso pisó la lona del mítico estadio Madison Square Garden de Nueva York, un lugar reservado para muy pocos boxeadores.
Ese deportista fue Carlos Gastón Suárez, quien enfrentó al medallista olímpico y gran promesa del boxeo estadounidense Shakur Stevenson. El dato, de seguro, quedará grabado en la historia deportiva de la ciudad.
Para las estadísticas quedará otro dato: en una polémica decisión, el árbitro decidió decretar el KO técnico en el primer round, sin siquiera haber realizado la cuenta de protección. El golpe que recibió Suárez no fue tan duro, al punto de que no pareció estar afectado y se recuperó rápidamente de su caída.
“Podía seguir, yo estaba bien, pero el árbitro no me dio la posibilidad”, reveló luego de la calurosa, sorpresiva y bulliciosa bienvenida que le dispensaron al regreso sus amigos y vecinos de Villa Nueva, junto a integrantes de la gran familia del Hospital, en el que se desempeña como enfermero.
“El primer round siempre es de estudio. No sentí el golpe y si bien mi rival era muy rápido y quizás a lo largo del combate me hubiera ganado, había que dejar desarrollar la pelea”, consideró. Hasta esta ocasión, nadie le había ganado con un knock out efectivo.
Al referirse al golpe que lo desestabilizó, el púgil comentó que fue un golpe que lo tomó ‘mal parado, yendo para delante’, del que se repuso en cinco segundos.
De todas formas, tiene claro que el rival era local y favorito y que decisiones como la adoptada por el árbitro son en estos casos parte de las ‘reglas del juego’.
Pese a la derrota en esta pelea internacional, el boxeador siente que todavía tiene mucho para dar. “Tengo 29 años y creo que un par de años mas podré seguir arriba del ring y seguramente tendré la chance de pelear por el título argentino o quizás sudamericano. Ése será mi próximo objetivo”, advierte.
Tampoco descarta la posibilidad de volver a gestionar alguna presentación en Estados Unidos o en Europa, aunque sabe que de concretarse, esa posibilidad será luego de un tiempo. “Ahora buscaré mantenerme con esta rutina, en un trabajo exigente como hice para la pelea en Estados unidos y buscar el título”, detalla.
Inmensamente feliz
Suárez siente que dio mucho y recibió mucho del deporte. “Estar en el Madison Square Garden fue un gran sueño cumplido. En toda la previa y en el momento de subirme al ring, cada cosa que pasó allí me hizo inmensamente feliz. Pensar que hasta hay campeones mundiales que no lograron estar ahí”, expone.
Al mismo tiempo, menciona que nunca sintió nervios pese a lo majestuoso del escenario. “Fue una sensación increíble y puedo decir que fui feliz. Esto también se lo debo agradecer a mi familia, mi compañera y mis amigos”, comenta, destacando especialmente la oportunidad que le brindó en esta oportunidad Luis Ribera. Las gracias se hicieron extensivas también a su padre y entrenador Carlos Suárez, a su tío y ayudante Oscar Olmedo, a Pablo García, que lo ayudó con la suplementación y lo hizo llegar en peso a la pelea, al Club Estudiantes de La Plata que le permitió realizar estudios que no hubiera podido costear y al Gimnasio Montagna de Ensenada, que también colaboró.
Suárez se declaró sorprendido por la repercusión que tuvo en la ciudad su combate. Todavía le parece increíble la cantidad de gente que a través de las redes sociales y por otros medios le hicieron llegar su apoyo. “Me fui en bastante silencio. Sólo hicimos notas con El Mundo de Berisso y un par de medios más, así que muy agradecido con toda la gente”, expresa.
De todas maneras, no todas fueron alegrías para el boxeador-enfermero, que debió enfrentar algunos comentarios maliciosos. “Alguien dijo por ahí que viaje a Nueva York por la bolsa que iba a cobrar. Sin embargo no fue una pelea por título y mi rival, si bien es una figura joven y promisoria, todavía no tiene el cartel para una bolsa importante”, describe. “Amo este deporte y fue un gran desafío. Si me pongo a hacer cuentas con lo que gasté para estar en el Madison, creo que perdí dinero”, suma.
Berissense platense
Un dato de color tiene que ver con que Suarez nació en La Plata y ello se refleja en su DNI. Sin embargo, él mismo señala que ‘fue solo por accidente’, dado que el parto se adelantó un poco obligando a su madre a internarse en una clínica de la capital provincial.
Más allá de ese primer episodio vital, toda su vida la desarrolló en Berisso. El tema es que antes de la pelea, el presentador de la velada se negaba a decir que era oriundo de Berisso. “Tuve que ponerme firme y un poco más suspendo la pelea, pero al final como no cedí en eso, tuvo que decir que era de Berisso”, asegura.
Pedido al intendente
Al referirse a los deportes amateurs, Suárez manifiesta su deseo de hacerle un pedido al intendente Jorge Nedela. “Me gustaría que se le dé más importancia al boxeo y a los chicos amateurs, que son muy buenos proyectos”, establece. “No todo es el Gimnasio Municipal. También quiero destacar eso. Allí le cobran a los chicos y no hay conseguido resultados pese a que hay muy buenos proyectos”, cuestiona.
Para el púgil, la comuna debería ocuparse ‘de ayudar más a los clubes, de que haya otro gimnasio de boxeo y ayudar a los chicos que compiten siendo amateurs’. “Lo digo porque a mí me dieron la vuelta la cara cuando era amateur y nunca me apoyaron. Ahora hay varios chicos muy sacrificados, como el ‘Chino’ Arias, que me ayudó mucho a guantear, o Gordillo (la ‘Peke’), que se dedica a un deporte muy sacrificado sin que nadie la ayude. Tendrían que trabajar mejor con esto”, expresa.
Finalmente, sostiene que el boxeo es un gran deporte ‘para la inclusión’, que permite sacar los chicos de las calles. “Yo soy profesional y me banco solo, pero estaría bueno que desde la Dirección de Deportes se dediquen a trabajar con los amateurs, no solo del boxeo, sino del atletismo o de la natación por ejemplo, a los que nadie les da una mano”, concluye.
