Una nena de 3 años vivió un verdadero calvario el pasado sábado en la zona de 126 y 93 bis cuando quedó al cuidado de su padrastro, Matías Alves. Fue cuando su mamá, Yésica de los Santos, salió para el trabajo y, como había pasado en otras ocasiones, la dejó bajo su cuidado sin imaginar que sería sometida a torturas. Por la tarde, mientras Yésica trabajaba, su hermana le envió a través del teléfono fotos y audios describiendo una situación desgarradora. La menor había llegado con la cara pintada con maquillaje artístico. Cuando la tía la lavó descubrió las marcas del maltrato. Si bien Yésica no había terminado de recibir la información, salió para abordar a Matías y preguntarle qué había pasado. Las respuestas fueron negativas. Inmediatamente corrió a ver a su hija que estaba tomando el té. A pesar de su corta edad, el relato fue claro. La bebé contó que “Mati” ‘le pegó mucho’.
Inmediatamente corrieron a la Comisaría y al hospital donde realizaron las primeras curaciones y se le proporcionó ibuprofeno para el dolor. Yésica fue derivada a la Comisaría de la Mujer donde denunció a Alves. Derivadas al cuerpo médico se determinó que parte de las agresiones en el rostro habían sido infringidas con un palo. Esta información fue ratificada por la pequeña que narró entre otras atrocidades que Matías ‘le pegó muchas veces con el palo de escoba’, que ‘le cerraba la puerta en los dedos’, ‘le mordió la mano y los dedos’ hasta lastimarla y que ‘la quiso tirar al inodoro’.
Si bien no había indicios previos de violencia y la nena convivía contenta con Alves, Yésica pide ahora que el agresor ‘esté detenido’. “No nos alcanza con la orden de restricción que dictaminaron. No puede estar tranquilo en la casa. Me la podría haber matado”, relata Yésica llorando. A pesar de que la propia madre llevó a Alves a la comisaría, aún no se dictaminó su detención.
