El último sábado, en un clima de emoción y alegría, diecisiete flamantes kayaks del grupo “Los Camalotes” recibieron su bautismo y cumplieron con su primera salida al Río de la Plata.
De la ceremonia de botadura, que tuvo lugar junto a los muelles del Astillero Martinoli, participaron en total alrededor de cincuenta personas, incluyendo kayakistas, familiares, amigos y referentes de distintas instituciones vinculadas con la actividad náutica en la región.
Miembros del grupo mencionaron que la idea de comenzar a remar en conjunto es resultante de una amistad que fue forjándose especialmente desde el verano de 2016, cuando la costa local fue invadida por camalotes. “En ese momento comenzábamos a tomar clases de canotaje en el CEF 67, que desarrolla un excelente trabajo capacitando a muchas personas en la autonomía responsable para el disfrute del río”, señalaron.
La conexión con el río y entre ellos fue inmediata y al abrirse un nuevo horario de clases durante los jueves, se inscribieron para seguir compartiendo más salidas, junto a otros pares que iban incorporándose.
“Las salidas fueron sucediéndose en un clima de conocimiento, de amistad, de encuentro y de comunión con la generosa naturaleza de nuestro río. Entre hidratación, risas y perfumes a madreselvas se fue gestando este proyecto y después de muchas averiguaciones y esfuerzo se concretó la compra de 17 kayaks”, revelaron desde el grupo.
Un día inolvidable
Y así llegó el día de la ceremonia, a la que se plegaron alumnos y docentes del programa Patios Abiertos de Canotaje en el CEF 67, directivos de dicha institución, la profesora Lorena Berdula e invitados del CEF Tigre.
El momento más emotivo llegó, sin dudas, cuando el padre Gustavo Rubio, de la parroquia María Auxiliadora, impartió la bendición a kayaks y kayakistas, invocando la protección de la Virgen Stella Maris, patrona de los navegantes.
“Nuestro deseo es que cada vez más gente se sume a esta experiencia, para que Berisso sea conocida como una ciudad con una costa maravillosa, que pueda contar por ejemplo con una bajada municipal de kayaks”, remarcaron.
La intención es que muchos otros puedan disfrutar de las propuestas náuticas que ofrece la ciudad, para cumplir con una máxima que se le adjudica a la profesora María Laura Libardoni: la que dice “Dios nos cría y el río nos amontona”.
