Desde hace al menos dos semanas, la Escuela Especial N° 501 que funciona en el Barrio Obrero es víctima de reiterados hechos vandálicos. Los agresores rompieron el tanque de agua, tiraron piedras mientras las docentes dictaban clases, intentaron incendiar el edificio y destruyeron las estufas. Los ataques suceden de madrugada, de noche y de día y si bien el director denunció lo sucedido y circula por el barrio un rondín policial, la violencia no se detiene. Los docentes están frustrados y con impotencia. Sostienen que es la misma comunidad la que destrata a las instituciones y al personal que trabaja en ellas.