Con media sanción, los proyectos habían vuelto de Diputados al Senado para una segunda revisión. Ahora resta el paso de su promulgación. Satisfacción en el ARS y en ATE Ensenada.
Trabajadores del Astillero Río Santiago e integrantes de la Comisión Administrativa de ATE Ensenada fueron en los últimos días testigos de un momento ‘histórico’, por la aprobación en la Cámara de Senadores de la Nación de las leyes de Industria Naval y Marina Mercante. Los proyectos habían retornado a la Cámara Alta con algunas modificaciones efectuadas en Diputados y esperan ahora que el Ejecutivo nacional dicte, en un plazo menor al de 60 días, los decretos reglamentarios para que las normas entren efectivamente en vigencia.
Francisco Banegas, secretario general de ATE Ensenada, señaló que, después de más de dos décadas sin marco legal que las regule, la Marina Mercante y la Industria Naval tendrán dos leyes que permitirá promocionarlas.
“Hay que destacar que estas leyes son fruto del consenso de los distintos sectores que forman parte de la actividad naviera y de la amplísima mayoría parlamentaria que se constituyó en ambas cámaras”, advirtió. “Para nosotros son un punto de partida. Tenemos que seguir discutiendo cómo avanzamos. Pasaron muchos años de lucha, de reuniones, de movilizaciones de encuentros y se logró algo realmente histórico, que nos llena de orgullo y genera expectativas”, dijo también, marcando la necesidad de que el conjunto de los trabajadores del ARS se unan para que la empresa “vuelva a ocupar un lugar estratégico en la industria naval nacional”.
Satisfacción en el Concejo local
Tras conocerse la noticia de la aprobación de las leyes, y pocos días después de que junto a algunos de sus pares efectuara una visita al ARS, el concejal Julián Angeloni coincidió en que la entrada en vigencia de las normas representa una oportunidad para el desarrollo del Astillero.
El edil destacó que entre las novedades que aportará la legislación figura la creación del Fondo para el Desarrollo de la Industria Naval Nacional (FODINN) para que los astilleros nacionales, entre ellos lógicamente el ARS, cuenten con un capital fijo para hacer buques.
También marcó como otros puntos importantes los que ponen límite a la compra de buques usados y a la importación y arrendamiento de naves.
