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Tras dos largos meses de incertidumbre, respiro para la Mosconi

10:40hs
jueves 22 de marzo, 2018


Finalmente, IOMA acreditó parte de la deuda de dos meses que mantenía con la Cooperativa de la Salud Clínica Mosconi, la que tenía en vilo a la institución.


Dando cuenta de su magro poder de choque en comparación con el de otros colectivos (médicos, clínicas, farmacias), los trabajadores de la Clínica Mosconi habían programado para este jueves un abrazo simbólico a la institución. El objetivo era uno: hacer visible un reclamo que elevaron repetidamente a IOMA sin ser escuchados, a riesgo de sufrir una represalia con inspecciones reiteradas por parte del Ministerio de Salud, reproduciendo una situación que en la cooperativa aseguran haber vivido luego de llevar a los medios una situación similar relacionada con pagos del PAMI.

En este caso pasaron cinco inspecciones. Pero el pedido se hizo desesperado, porque proveedores, 110 trabajadores, 120 médicos y 2000 pacientes pendían de la cancelación de la deuda de un millón y medio de pesos por parte de la obra social de la provincia. La situación se volvía delicada, además, porque más de la mitad de las mujeres que cumplen tareas en la institución son jefas de hogar.

Concretamente, no se habían cobrado los meses de noviembre y diciembre. Inicialmente, se recibió como respuesta que la responsabilidad por la deuda correspondía a IOMA por la implementación de un nuevo sistema de liquidación. Sin embargo, la semana pasada llegó una notificación revelando que la cancelación de la deuda dependía de la Contaduría del gobierno provincial.

“Cuando los médicos hicieron paro, el dinero apareció. Cuando las farmacias amenazaron con cortar el servicio, pasó lo mismo. Nosotros no tenemos fuerza de choque. Somos una cooperativa de trabajadores. No estamos acostumbrados a la lucha en la calle con bombos y platillos. Nunca cortamos los servicios. Nunca dejamos a la gente sin internación. PAMI se atrasó 45 días y seguimos internando. Ahora sí estamos en un callejón sin salida, sin luz al final del túnel”, consignaba la semana pasada Salvador Espósito, presidente de la cooperativa.

En la clínica no hay objeciones a que se aplique un nuevo sistema que transparente los números, pero entretanto los efectos por errores o desidia pueden ser fatales. “En el medio hay seres humanos, que se internan, que necesitan la prestación, los medicamentos”, describe Espósito. Y por unos segundos, la conmoción lo obliga a tomarse un respiro en silencio. Es que si la institución cerrara sus puertas, 110 familias quedarían en la calle.

“Los prestadores no somos solidarios. No somos unidos. Si uno corta, otros atienden. Evidentemente la única forma ante la que reacciona el sistema es cuando cortás, cuando presionas con algo”, detalla, poniendo de relieve que situaciones como la experimentada en este caso, dejan a la institución al borde de la cesación de pagos.

El presidente de la Cooperativa recorre los pasillos del edificio y llega hasta el comedor que se construyó para el personal. Antes pasa por el terreno que compraron y en el que comenzaron a edificar una sala para Neonatología, obra hoy paralizada por falta de fondos. “Debemos esperar. No tenemos otra manera”, describe mientras exhibe los logros y procura no agonizar en la espera.

Después de 48 días de tensión, sufrimiento y angustia, IOMA comenzó a pagar parte de la deuda, dando un respiro a quienes sostienen la actividad de la clínica, que buscarán reordenarse.

Superada esta nueva fase crítica, la Comisión de la Cooperativa hizo público su agradecimiento a los medios de comunicación, al Intendente Jorge Nedela, al presidente de la Agremiación Medica Miguel Nadeff y al presidente de Fecliba, Néstor Porras, por el apoyo brindado en estos días de incertidumbre.






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