Sin dudas, uno de los pasajes más emotivos de la Fiesta Provincial del Inmigrante, se vive con la recreación de la llegada al suelo argentino de miles de ‘paisanos’ de todo el mundo. Con atuendos de abuelos y bisabuelos, fotos y cientos de historias, las colectividades recrean el destierro y el arribo a una tierra que prometía pan, paz y trabajo. La escollera del Puerto se convierte por una tarde en el escenario que recrea esta llegada. Vecinos de la región llegan desde horas tempranas para disfrutar de las comidas típicas y espectáculos artísticos.
Acompañando la emotiva recreación, que este año se desarrolló el pasado domingo, estuvieron presentes el intendente Jorge Nedela; la presidente de la Asociación de Entidades Extranjeras Marianela Bettencourt; la actual Reina Provincial del Inmigrante, Luisina Delicostas y su segunda Princesa, Luciana Dietz.
También se sumaron entre otros el Coordinador municipal de Colectividades, Juan Ignacio Fourment Kalvelis; el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, José María Dodds; la representante de inmigrantes griegos en Argentina, Eugenia Colobos; autoridades de Prefectura y de la Escuela Naval Río Santiago, así como otros funcionarios municipales, concejales, abanderados y representantes de cada una de las colectividades.
Dando comienzo al acto protocolar se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y el Himno a Berisso, guiados por la soprano Gabriela Bulich, su alumna del taller de canto Priscila Romero y la banda de música de la Escuela Naval Militar a cargo del sub-oficial primero Maestro Marcelo Soto.
En su discurso, Marianela Bettencourt aseguró que la Fiesta que se desarrolla desde hace 41 es -por su trayectoria y por su riqueza cultural- ‘la más importante de la provincia de Buenos Aires’. “Año a año, la Asociación de Entidades Extranjeras con las distintas colectividades que la conforman, honra a cada uno de nuestros inmigrantes, quienes arribaron con su tristeza a cuestas, pero tuvieron la gran valentía de hacer una vida nueva”, expresó.
En su mensaje, el intendente Nedela no dudó en definir el momento del Desembarco como el de mayor emotividad de la Fiesta. “Se rememora la llegada; ese momento en el que se mezclan sentimientos, en el que muchos hombres y mujeres dejaban atrás con mucho dolor la tierra en la que habían nacido, dejando a familiares, su historia, su cultura. Esa partida estaba teñida de la esperanza de llegar a una tierra en la que podían proyectar una nueva vida”, expresó.
“Encontraron en la Argentina y especialmente en Berisso, un lugar para empezar un nuevo camino. Por eso, este Desembarco tiene un sentido muy fuerte para todos los berissenses. Acá se encuentra el origen de nuestra historia, de los valores que nos sostienen como berissenses”, pronunció después.
Finalizados los discursos, el río devolvió a los presentes las nostálgicas imágenes del arribo. En el canal de Acceso al Puerto, la embarcación que transportaba a más de cien descendientes se acercaba luciendo las banderas de cada país, rindiendo homenaje a sus familiares. La emoción fue inevitable para los protagonistas, para el público presente. Pasaportes, valijas, fotografías, instrumentos musicales y otros objetos teñidos de afecto reforzaron cada historia, cada identidad.
El cierre estuvo a cargo del Ballet Intercolectividades, conformado por más de 40 bailarines de las distintas instituciones que representan la comunión entre razas y cultura mediante danzas de las distintas naciones. Posteriormente, el conjunto bailó con el público un dabke, una tarantela y la chacarera.
Hoy como ayer, historia inmigrante
En el marco del desarrollo de esta nueva edición de la Fiesta, también se cumplió el pasado fin de semana con la entrega de diplomas a inmigrantes y descendientes.
Durante el acto, que tuvo lugar en la sede de la Colectividad Helénica y Platón, las personas reconocidas compartieron con los presentes parte de su historia, un fragmento de su vida, recreando su llegada a la ciudad, recordando lugares, momentos y vivencias comunes.
Como cada año, los testimonios de los aquellos que arribaron a Berisso y los de sus descendientes reflejaron el destierro y la llegada a la tierra en la que sembraron nuevas raíces. La emoción, los recuerdos y los sueños envolvieron a cada uno de los presentes que acompañaron con todos los sentidos las voces inmigrantes.
En esta edición recibieron sus diplomas Jeder Adra Masmud (Colectividad Árabe), Artin Torossian (Colectividad Armenia), Georgieva Vlachova Velika y Costo Todorodoff Cotcheff (Colectividad Búlgara), Antonia María Da Cruz (Colectividad Caboverdeana), José Dolencic (Colectividad Croata), Michal Drobny (Colectividad Eslovaca), Carlos Luis Etchever (Colectividad Italiana), Segundo Juan Murillo Castañeda, Willian Wilker García Guillén, Claudio Mario Hinastroza Morales y Humberto Chacón Medina (Colectividad Peruana), Román Urbañski, Miguel Okolotowicz, Zdzieslao Czarnowki y Hurij Koladynski (Colectividad Polaca), María Miguela Weaight, José de Azevedo Loureiro y Julio Da Silva Loureiro (Colectividad Portuguesa), Miguel Znacharczuk, Alexandr Vostretsov, Karyna Vostretsova y Anzhela Vostretsova (Colectividad Ucraniana); Nilda Barbe, Santiago Rodríguez Reinaldi; Alicia Carmen Vidal Antelo, Iris Yolanda Curbelo Muller, Román Yolanda Curbelo Muller, Román Colina Guimaraes, Alba Álvarez y Gerardo Dalchiele Lueiro (Colectividad Uruguaya).
