El lunes 8 a las 19:00, con una conferencia a cargo del arzobispo plántense Monseñor Víctor Manuel Fernández, quedará inaugurada en la parroquia Santos Pedro y Pablo del barrio Banco Provincia la Casa de Espiritualidad “Mamá Antula”. La actividad es abierta a toda la población, con invitación especial a los integrantes de la comunidad santiagueña, devotos de la religiosa que fuera beatificada por el Papa Francisco el 27 de agosto de 2016.
Conocida popularmente como “Mamá Antula”, María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en Santiago del Estero, en donde trabajó desde joven junto a los jesuitas en la organización de ejercicios espirituales, tarea que luego llevó a Buenos Aires, en donde falleció el 7 de marzo de 1799.
Su beatificación se produjo luego de que el Papa aprobara un decreto que reconoce un milagro atribuido a su figura: se trata de la inexplicable recuperación de la religiosa María Rosa Vanina, a la que en 1904 se le había pronosticado una muerte segura como consecuencia de un aparentemente irreversible cuadro de salud.
Más allá del referido episodio, la figura de “Mamá Antula” es venerada por la comunidad católica santiagueña en atención a la labor que iniciara hacia 1760, cuando reunió a un grupo de chicas jóvenes que vivían en común, rezaban, ejercían la caridad y colaboraban con los padres jesuitas.
Su misión fue extendiéndose a provincias como Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja, en donde llamó la atención su peculiar perfil. Es que, por ejemplo, afrontaba sus viajes a pie y descalza, pidiendo limosnas.
“Concedemos la facultad de que la venerable sierva de Dios María Antonia de San José, María Antonia Paz y Figueroa, virgen, fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales en la ciudad de Buenos Aires, dócil instrumento de la misericordia, asidua misionera en el servicio del evangelio, sea llamada beata de ahora en adelante”, leyó el obispo de Añatuya, monseñor Melitón Chávez, el día en que se oficializó su beatificación.
La novedad fue proclamada en Santiago del Estero por el cardenal Angelo Amato, enviado especial del Papa Francisco, en una jornada protagonizada por alrededor de cincuenta mil fieles en la plazoleta Gerardo Sueldo, del parque Aguirre de Santiago capital.
