Con apoyo de la Defensoría del Pueblo se pondrá en marcha un Consejo para que alumnas y alumnos puedan plantear inquietudes e iniciativas relacionadas con la convivencia escolar.
Con el objetivo de garantizar la participación infantil en el ámbito escolar y de la comunidad, la Escuela N° 10 de Berisso presentó un proyecto que cuenta con el apoyo del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) de la Defensoría del Pueblo, a cargo de Walter Martello.
Según se detalló, la iniciativa se instrumentará mediante la puesta en marcha de un Consejo, donde las alumnas y alumnos podrán plantear sus inquietudes e iniciativas relacionadas con la convivencia escolar, los vínculos con sus compañeros/as, los docentes, el barrio y la comunidad en su conjunto. Una vez que se la iniciativa se consolide, el objetivo es poder extenderla a todos los establecimientos educativos de la ciudad y a otras zonas de la provincia.
El programa se implementa ya con muy buenos resultados en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y otras 50 localidades del país. A partir de la creación de Consejos de Niños y Niñas se pusieron en marcha programas como “A la Escuela vamos solos” y “Escuelas Seguras – Senderos Seguros”. Se trata de propuestas educativas de autonomía infantil y participación comunitaria, vinculadas a temas de seguridad, que al mismo tiempo buscan afianzar los lazos de convivencia y solidaridad en el barrio. Las iniciativas tuvieron como resultado una disminución de más de la mitad de los delitos en las zonas de aplicación en la Ciudad de Buenos Aires.
Otro de los programas en los que se trabaja se denomina “Siéntate y siéntete parte del juego”. Se aplica en Rosario y se lleva adelante en los horarios de ida al colegio y de vuelta a casa. Los papás salen a tomar mate en cada cuadra mientras los alumnos y alumnas se trasladan.
“Hemos tenido una muy buena reunión con docentes y autoridades de la Escuela 10, que nos abrieron las puertas. Coincidimos en que esta iniciativa puede ser un aporte para afianzar la democratización del espacio escolar, generando un ámbito donde alumnas y alumnos puedan ser escuchados y, a su vez, sus aportes puedan ser tenidos en cuenta para mejorar la convivencia escolar”, explicó Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires. “También buscaremos que los niños y niñas puedan interactuar y compartir experiencias con alumnas y alumnos de otras instituciones que forman parte de esta red a lo largo y ancho del país”, dijo también.
Del encuentro en el que se presentó el proyecto, que tuvo lugar en el edificio escolar de calle 74 casi Montevideo, ubicado junto al histórico ‘Ombú’, participaron Laura Luchetti y Alejandra Castellani, respectivamente directora y secretaria de la EP 10; Mercedes Torbidoni; integrante del Observatorio de Derechos de NNyA de la Defensoría del Pueblo bonaerense; Esteban Bais, jefe distrital de Educación Pública; Beatriz López, inspectora de Primaria; Graciela Fontana, directora del Instituto de Derechos del Niño del Colegio de Abogados de La Plata; el coordinador terapéutico Ezequiel Santillán y la colaboradora distrital Sayra Villalobos.
El proyecto “Consejo de niños y niñas” es un espacio de participación y construcción democrático, inspirado en las ideas y experiencias del pedagogo Italiano Francesco Tonucci, que posibilita operativizar, propiciar y desarrollar los derechos de la infancia y adolescencia establecidos por la Convención de los Derechos de NNyA.
Esta Convención, que tiene jerarquía constitucional en nuestro país, reconoce a la infancia como un colectivo social que debe contar con un espacio propio. En sus Artículos 12 y 13 establece y consagra los derechos del niño a formarse su propio juicio y expresar libremente su opinión en todos los asuntos que les afecten, así como buscar información, recibir y difundir ideas de todo tipo, con las restricciones que supone respetar los derechos o reputación de los demás y proteger la seguridad nacional, el orden público y la salud o moral públicas. Además, el Artículo 15 garantiza el derecho de los niños a asociarse libremente y celebrar reuniones pacíficas.
