El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.
La Resolución exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.
Según estableció la Asamblea, el agua debe ser suficiente para que todos puedan beber, higienizarse, preparar alimentos y limpiar el hogar. La OMS definió entonces que se necesitan entre 50 y 100 litros por día por persona para poder cubrir las necesidades enunciadas. Además debe ser, tanto para el uso personal y doméstico, agua saludable, libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud. Debe presentar a su vez color, olor y sabor aceptables para los usos anteriormente enumerados y ser físicamente aceptable y asequible. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugiere que el costo del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar.
Audiencia pública
La semana pasada se realizó en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata una Audiencia Pública para analizar el nuevo esquema de tarifas establecido por la empresa ABSA. Participaron del encuentro funcionarios del Ministerio provincial de Infraestructura y de la Autoridad del Agua, intendentes y legisladores, así como usuarios, organismos de defensa al consumidor y la Defensoría del Pueblo. En ese marco, la empresa pidió un 38% de aumento para el servicio de agua y cloacas. Para Henry Stegmayer, director de la Asociación Civil Consumidores Responsables, la audiencia se transformó en un ‘simulacro’ en el que la empresa se presenta para pedir el aumento que pretende. “Es un simple trámite para avanzar con el aumento”, afirmó.
Durante la Audiencia, la empresa dio a conocer las tareas de mejoras, inversiones y obras que se realizaron desde diciembre de 2015 al día de hoy. Según expusieron sus voceros, entre los logros alcanzados se puso a punto la Planta Potabilizadora que abastece a las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada, se amplió la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales de General Rodríguez, la planta de la Primera Cuenca en Bahía Blanca, se efectuaron recambios de cañerías equivalentes a 190 kilómetros y se encaró la obra del Acueducto Norte para Gonnet y Villa Castells.
Los representantes de ABSA aseguraron además que en el mediano plazo comenzarán a funcionar cinco plantas de ‘ósmosis inversa’ en varios puntos del territorio que abarca la concesión como Pehuajó, General Villegas, Lincoln, Chivilcoy y Carlos Tejedor.
Entre quienes hicieron uso de la palabra durante el encuentro estuvo por Berisso el Delegado municipal de Zona II, Carlos Lozano. Durante su alocución, el funcionario detalló las diversas problemáticas que atraviesa la ciudad, haciendo hincapié en la situación que enfrentan particularmente el barrio Santa Teresita y la zona de Los Talas.
“Estando a 9 kilómetros de la gobernación es inconcebible que casi mil familias no tengan agua ni red de agua potable”, se quejó el funcionario, remarcando que el problema planteado es ‘histórico’ y nunca tuvo un abordaje adecuado. En tal sentido, marcó como un avance, aunque ‘insuficiente’, algunas acciones encaradas en los últimos tiempos por la empresa, evaluando por ejemplo que las obras realizadas en la Planta de Punta Lara y ejecutadas en un 95% ayudarían a mejorar en un 50% el servicio.
Una carencia puntual
Previo al desarrollo de la Audiencia, el intendente Jorge Nedela, el secretario de Obras y Servicios Públicos Raúl Murgia y el delegado Lozano se reunieron con el Presidente de ABSA Raffaele Sardella, a quien le entregaron un relevamiento de la situación actual del servicio en la zona de la Delegación II.
Atendiendo los reclamos, el titular de ABSA se comprometió a colaborar durante tres meses con el alquiler de un camión cisterna para garantizar la provisión del suministro a los vecinos de las zonas más afectadas por la inadecuada prestación del servicio.
Según detalló Lozano, la empresa se comprometió también a realizar un estudio y diagnóstico en el barrio Santa Teresita y Los Talas y un presupuesto para poder ejecutar las obras necesarias.
Por el momento, la Municipalidad continuará proveyendo a cerca de 850 familias a través del reparto que realiza de lunes a sábado de 7 a 13 horas con 4 vehículos. Los vecinos pagan por los 3 mil litros que reciben 200 pesos, precio regulado por el Concejo Deliberante.
Si bien con el aporte de los vecinos se avanzó en el barrio Santa Teresita con la colocación de un nuevo caño, todavía falta presión. En simultáneo se apunta a destrabar el conflicto que se generó luego de que se firmara en 2013 un convenio que auguraba la llegada del agua de red a Los Talas. Según se detallaba en el acuerdo los trabajos se realizarían a través del Plan Cuidar, dependiente del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural (SPAR) de la provincia de Buenos Aires.
Según detallan los vecinos, el organismo ya no existe y si bien se mantuvieron reuniones con funcionarios locales y provinciales, la situación no logra destrabarse. Conforme a Lozano, el Municipio viene colaborando en todo lo que está a su alcance. “Llevamos agua para hacer la prueba hidráulica y la conexión a la ruta. Esto permitiría evaluar las pérdidas de los domicilios y según parece había varias pérdidas. Ahora la obra está parada por algún impedimento en la Autoridad del Agua”, advirtió en relación a la obra que debería llevar el agua desde el Hogar de Ancianos hasta la calle 82 beneficiando así a aproximadamente 250 familias.
Ernesto Mosetti, miembro de la cooperativa de vecinos que se conformó por entonces, aseguró que la obra está inhabilitada y la empresa no está trabajando. “Están los caños, pero falta la prueba hidráulica y Vialidad no permite que realice la conexión hasta el Hogar de Ancianos por la banquina”, detalló. “Nosotros seguimos padeciendo la falta de agua; incluso algunos vecinos debieron irse a la casa de familiares en otros barrios. Se puede vivir sin luz, sin gas pero sin agua es imposible. Además el servicio que presta el municipio es deficiente. A veces tardan cerca de una semana porque se rompió el camión o porque los trabajadores están con alguna medida de fuerza”, planteó.
