Tres dotaciones del Cuartel Central de los bomberos berissenses debieron trabajar ayer durante más de una hora para combatir un voraz incendio que se desató en una vivienda de 9 entre 159 y 160.
Apenas llegados al lugar y tras forzar una puerta los efectivos pudieron rescatar a un nene de siete años que producto del temor por la terrible situación había quedado encerrado en una vivienda lindera. El menor fue asistido por un equipo médico del SAME, lo mismo que la propietaria de la vivienda afectada, mientras a cargo del oficial inspector Julio Monte, los bomberos terminaban su tarea con las correspondientes acciones de refrigeración. Según trascendió, el fuego se habría iniciado como consecuencia de un accidente hogareño.