La semana pasada, la Federación de Sindicatos Petroleros anunciaba que este miércoles se realizaría un paro total de actividades de 24 horas, que alcanzaría las instalaciones de YPF SA, estaciones de servicio ligadas a OPESSA y emprendimientos petroleros en todo el país. Pero finalmente, el Ministerio de Trabajo decretó la conciliación obligatoria.
“Estamos en el marco de una discusión paritaria. Los dirigentes y trabajadores hemos dado muestras de madurez tratando de llegar al objetivo que es tener una respuesta satisfactoria, sin exponer la fuente de trabajo de nadie”, puntualizó Ramón Garaza, secretario de Organización, Prensa y Propaganda de la Federación SUPeH. “Comenzamos manifestando el estado de alerta y reflexión, pasamos a un segundo escalón de alerta y movilización, llegando al estado de alerta con quite de colaboración, hasta que se convocó un paro total de actividades en todo el país”, explicó.
El anuncio de la medida de fuerza, indicó, llegó ante la negativa de YPF de poner a consideración una propuesta salarial concreta. “El año pasado, el 1º de enero teníamos cerrada la paritaria. Hoy estamos en el quinto mes del año y no hemos tenido una respuesta satisfactoria. Ante este panorama nos han llevado a esta situación de convocatoria al paro nacional afectando los yacimientos, las tres refinerías del país y las estaciones de servicio de YPF. Debido a la gravedad de la situación el Ministerio de Trabajo aplica la conciliación obligatoria”, estableció Garaza.
“Cuando se dicta la conciliación obligatoria, los gremios tienen que levantar la medida por una posible sanción, ya que incluso el Estado tiene la potestad de retirar la personería gremial. Producto del anuncio de la medida de fuerza fuimos convocados para tratar de solucionar el tema paritario para el próximo miércoles”, señaló el dirigente.
Para Garaza, también secretario general de SUPeH Ensenada, el tema viene ‘áspero’. “La discusión es durísima por dos puntos fundamentales. En primer lugar, hay un contexto político que no nos favorece. En segundo término, hay un contexto internacional desfavorable ante la caída del precio del crudo que repercute de manera directa en la actividad petrolera”, indicó. “Estamos tratando de cerrar el primer semestre, porque ante el panorama inflacionario no sabemos a dónde vamos a llegar. El gremio hermano de petroleros privados pidió un 32 % y mantiene también una negociación muy dura. Nuestro sector está pidiendo entre un 35 a un 38 por ciento y entre un 20 y un 22 por ciento para el primer semestre”, describió.
Del mismo modo, se refirió al duro contexto que enfrentan los trabajadores en conjunto. “Para que esta sociedad entienda y nos hagamos cargo de una vez por todas, esto que está pasando con el movimiento obrero son decisiones políticas. Hubo un cambio político que fue votado por la mayoría del pueblo; este gobierno direcciona políticas que están alejadas de los trabajadores”, opinó.
Para Garaza, si la situación sigue como se perfila, el movimiento obrero en conjunto va a atravesar momentos de ‘mucha angustia y tristeza’. “Los dirigentes tenemos la responsabilidad de ponernos al frente de esta triste realidad. Ua vez más tendremos que dar muestras de cómo defendemos nuestra fuente de trabajo, que significa la dignidad del hombre y la familia”, aseveró.
