La Asociación “Dragones Rosas”, conformada por sobrevivientes de cáncer de mama, realizó días atrás la ceremonia del despertar de su recientemente adquirido Bote Dragón.
La cita fue en el Club Náutico, donde ofrecieron frutas y prendieron incienso. Al pintarse sus ojos, cuernos y lengua, el Dragón ‘despertó’. Recreando una leyenda milenaria, navegó luego por las aguas del Río de la Plata.
La embarcación llegó de China en septiembre y la Asociación Dragones Rosas preparó con esmero la ceremonia que recreó la leyenda, para ganar en fortaleza, seguridad y protección.
El bote mide doce metros y admite hasta veinte remeros. Es parecido a una canoa hawaiana grande, pero no lleva flotador lateral. Se eligió el modelo porque las 20 mujeres pueden remar a la vez en equipo, trabajando al unísono.
El movimiento de quienes reman contra el cáncer de mama lleva más de dos décadas en el mundo y surgió como una iniciativa del médico canadiense Donald Mackenzie, que demostró que el remo es beneficioso para las mujeres que enfrentaron una cirugía de cáncer de mama, ya que ayuda a recuperar la musculatura del torso y la movilidad de los brazos. La idea prosperó en 26 países, que ya cuentan con unos 229 equipos de remo.
La entidad está actualmente conformada por una veintena de mujeres que se juntan a remar en el Club Náutico, coordinadas por la profesora María Laura Libardoni, los sábados de 13:00 a 15:00. Quienes estén interesadas en compartir esta experiencia pueden ingresar al Facebook ‘Asociación Civil Dragones Rosas’ o escribir a [email protected].