En su calidad de histórico referente de la firma Tisico fue fundador y presidente de la Cámara de Empresas Petro-Energéticas de la República Argentina (CEPERA).
El 24 de diciembre, con la celebración de la Navidad a pocas horas, una sensación de amargura se extendió entre muchos de quienes forman parte del mundo petroquímico de la región y de la industria petrolera y energética en general.
La sorpresiva muerte de Rubén Camilletti se registró paradójicamente en un año que había portado una alegría especial para la CEPERA (Cámara de Empresas Petro-Energéticas de la República Argentina), organización que presidió desde su fundación.
Es que en 2019, la Cámara participó de la Comisión Paritaria del Primer Convenio Colectivo de Trabajo en el que estuvieron representadas a nivel nacional todas las empresas contratistas de YPF afiliadas al gremio SUPeH. Fue un acuerdo que por primera vez integró a más de diez mil trabajadores del rubro ligados a más de 90 empresas.
Antes de presidir la CEPERA, Camilletti estuvo a la cabeza de la UTE constituida por TISICO SA y ECOM SA, uno de los grupos corporativos más importantes de la región a lo largo de casi tres décadas, dedicado a obras y servicios industriales en el rubro petro-energético, labor a la que actualmente están ligados más de 730 trabajadores.
TISICO nació en 1991 como uno de los 24 emprendimientos surgidos a partir de la privatización de YPF por un acuerdo suscripto entre dicha empresa, el Ministerio de Trabajo, YPF y el gremio petrolero. A casi treinta años de aquello, la empresa no sólo fue una de las pocas que consiguió sobrevivir, sino que experimentó un sostenido crecimiento, ampliando su zona de influencia al sur del país.
