Como sucede desde hace ya quince años, la esquina de Montevideo y 36, junto al local de Casa Basal, fue el pasado domingo punto de encuentro de más de cien familias que recibieron hacia las once de la noche la visita de los Reyes Magos. Chicos y grandes volvieron a compartir así un sencillo pero mágico momento, que los responsables del comercio generan con la intención de mantener viva una tradición que invariablemente genera ilusiones.
