El área comunal de Control Urbano y la ONG Gestión Pro.De.A. apuntan a que queden claras las pautas de acción a la hora de atender denuncias sobre maltrato animal y negligencias.
A partir de denuncias realizadas por los vecinos a través de la página de la ONG Gestión Pro.De.A. y de Control Urbano, inspectores y miembros de la institución realizaron en los últimos días varios operativos de control en la vía pública.
La iniciativa nació a partir de la necesidad de abordar como política pública el peligro que implica incumplir con la Ordenanza 3555, poniendo en riesgo a los animales y vecinos. Según diagnosticaron, las principales problemáticas tienen que ver con ejemplares de razas peligrosas sin condiciones adecuadas de albergue, medidas de prevención y de seguridad inadecuadas y falta de carteles que den cuenta de la presencia de ejemplares de determinadas razas. Además se abordaron casos de animales en estado de abandono y caballos sueltos.
Los controles nacieron a partir del planteo que la proteccionista realizó en una reunión con miembros del Ejecutivo, donde dejaron ver cuáles son los peligros a los que está expuesta la sociedad cuando no se toman medidas que acompañen la legislación vigente.
El pasado viernes se llevó adelante el primero. “Nos anexamos al trabajo que realiza el Municipio y salimos a notificar y a concientizar a los vecinos. Luego de la infracción a las personas señaladas como ejecutoras de la contravención se los cita en la oficina y se los advierte. En el caso de reincidencia se los sanciona a través del pago de módulos que determina el Juez de Faltas”, explicó Elba Tiburzi, referente de Pro.De.A.
Según detalló, se reciben entre 30 y 40 denuncias a través de la página de Facebook ‘ONG Gestión Prodea’. A partir del relato -que debe incluir datos del denunciado, dirección y fotografías- la organización determina si se trata de una contravención o si debe intervenir la policía o la Fiscalía a cargo del Dr. Marcelo Romero. A estas denuncian se suman las que recibe el área de Control Urbano.
Luego de la evaluación, que se efectúa los días viernes, se sale a campo para poder llegar a cada caso. Si se trata de un domicilio, se pregunta por algún adulto responsable para poder abordar la problemática. “Todos los domicilios tuvieron que ver con animales de raza peligrosa (pitbull). Ninguno cumplía con las condiciones para albergarlos, perímetro de seguridad, carteles que indiquen que hay una raza peligrosa. A veces se los deja en la vía pública solos sin correa, sin bozal”, explicó Tiburzi que asegura que en estos u otros casos en los que intervinieron la respuesta no fue positiva, aunque posteriormente los responsables de los hechos se presentaron en un 90 % en la oficina de Montevideo y 8.
Para llevar adelante el trabajo de manera efectiva, remarcó Tiburzi, el trabajo debería llevarse adelante vía remonta municipal, con personal capacitado para resolver este tipo de situaciones y un protocolo para cada situación. “Sólo tenemos personal de Defensa Civil para resolver situaciones que son estresantes porque los vecinos naturalizan el destrato hacia los animales. Creen que por tener responsabilidad sobre ellos pueden hacer lo que quieren”, determinó la proteccionista. “Nos dijeron en un caso que son potros que atan a los alambres para domarlos. Otro nos respondió que podía atar los caballos para comer donde quiera y que nadie se lo puede prohibir, sin entender el alcance de normativas y sin aceptar posibles daños a terceros que podrían causar los caballos estando sueltos”, definió, poniendo de relieve que la norma municipal de “Protección y cuidado de los animales” regula todo lo referido a la convivencia, tenencia y adquisición de animales domésticos o silvestres.
En su articulado, la normativa prohíbe los malos tratos y actos de crueldad. Entre otros se cataloga de esa forma el hecho de no alimentar a un animal en cantidad y calidad y no brindarles agua; someterlos a tareas inapropiadas; no asistirlos cuando están enfermos; abandonarlos o dejarlos en situación de desamparo o expuestos a riesgos; mantenerlos en cautiverio o atados en puntos fijos de la vía pública o vender animales fuera de locales autorizados o exhibirlos en jaulas fuera de locales. La Ordenanza también prohíbe realizar, promover, autorizar u organizar cualquier espectáculo público o privado donde se mate, hiera u hostilice a los animales o se los obligue a realizar actuaciones que requieran de profundo entrenamiento que los aparten de sus condiciones naturales y prohíbe la caza de animales de la fauna silvestre, su persecución o muerte.
La norma define a animales domésticos como los que se crían, reproducen y conviven con el hombre y que son susceptibles
de posesión, mientras que define como animal abandonado a aquel que no va acompañado de persona alguna ni lleva identificación de su origen o de la persona que es propietaria o poseedora.
“Los animales que no estén conviviendo en un domicilio particular serán considerados como animales abandonados en la vía pública sin dueño, poseedor o tenedor hasta tanto alguna persona demuestre lo contrario, en los plazos establecidos por la ley”, fijan las normas.
A la vez, se entiende por ‘perro en situación de calle’ al que teniendo dueño e identificación deambula libremente por la vía pública y espacio público, sin presencia del propietario o tenedor.
Según expresa el Artículo 34º, la Municipalidad debería contar con un predio destinado a la recepción, albergue, mantenimiento, cuidado y asistencia de animales que se encuentren en la vía pública, sin responsable y/o dueño identificado y sean denunciados por mordeduras. Allí debería albergarse también a los que requirieran atención con urgencia por el estado de gravidez en su salud.
El predio debería contar con profesionales veterinarios y personal y elementos para capturar y trasladar animales en la vía pública, pudiendo requerir el auxilio de la Policía y/o cualquier Fuerza Pública.
Desde la ONG trabajan ahora en reformular la Ordenanza que regula la situación en la ciudad, dado que establece puntos ya legislados en legislación provincial y nacional. A la vez, continúa trabajando y recepcionando denuncias para abordar la problemática con los recursos con que actualmente se cuenta.
