INSTITUCIONES

Un efecto secundario del aislamiento por el Covid-19

Clubes aislados, clubes en riesgo

12:05hs
domingo 5 de abril, 2020



El Covid-19 llegó para quedarse y nos cambió la vida, en el caso de los argentinos obligándonos a modificar a las apuradas costumbres arraigadas. También puso en jaque a todas las entidades y clubes, que al dictase el aislamiento social obligatorio experimentan un parate total en sus actividades sociales, culturales y deportivas.

En ese contexto, han empezado a surgir otras dificultades asociadas a la pandemia propiamente dicha, ya que al tener sus actividades suspendidas, las instituciones exhiben instalaciones ociosas, privadas de generar algún ingreso económico que permita cubrir incluso costos fijos.

Ya sean amateurs, barriales o profesionales, los clubes, tan cercanos a la vida cotidiana de los distintos barrios del país, enfrentan la gran dificultad de saber cómo mantenerse para seguir desarrollando su reconocida acción social.

Berisso no es la excepción, y ya muchos dirigentes, calculadora en mano, hacen cuentas que por ahora no cierran y preocupan. Es que los costos de mantenimiento y pago de servicios siguen igual que siempre, pero la recaudación ya sea por socio, actividad o cualquier otro rubro ha caído a cero.

Claro está que este desfasaje perjudica a todos, desde instituciones con actividades profesionales y clubes de anchas espaldas económicas, hasta las más humildes que cumplen un rol social muy importante en la inclusión y la contención de niños,  adolescentes y adultos.

En Berisso, sobre Villa San Carlos, entidad que cuenta con un equipo profesional de fútbol que compite en la Primera B Metropolitana de AFA, pende la espada de Damocles. Los directivos deben afrontar el pago de sueldos a plantel y cuerpo técnico, a la vez que pagar a empleados y cumplir con las cuentas de luz, agua y gas, todo sin que a las arcas ingrese dinero en concepto de venta de entradas a los partidos y con los ingresos por publicidad congelados.

Referentes de la categoría luchan por estos días para que los clubes al menos puedan seguir cobrando ‘derechos de televisación’. En caso de que las gestiones prosperen, sería el único ingreso genuino que el Celeste tendría y eso apenas para mantener el fútbol profesional, una de tantas disciplinas que abarca la institución.

El panorama no cambia demasiado para clubes como Estrella de Berisso, que juega en la Liga Platense, y que pese a no tener un plantel rentado debe abonar los servicios de sus predios y distintos gastos emanados de la práctica de actividades deportivas y culturales, todo sin percibir ingresos prácticamente por ninguna vía.

Esta situación  se repite para otros clubes, ya sea de fútbol infantil, básquet o rugby, donde la recaudación por todo concepto cayó en general a cero, mientras buena parte de los gastos fijos se mantienen.

Frente al cuadro de situación, no son pocos los directivos que expresan su preocupación y que confían en que alguna disposición de las autoridades permita sortear en parte las dificultades, ante las que hoy no hay cómo responder.

Pese a todo, el sector se muestra dispuesto a colaborar en la lucha contra la pandemia, a través de diferentes gestos solidarios, como el de ofrecer instalaciones como potenciales centros de atención a pacientes contagiados con el virus.

La preocupación no solo se da en Berisso, sino en todos los niveles y deportes. Presidentes y tesoreros de clubes profesionales de fútbol, han insinuado por ejemplo la necesidad de reducir sueldos ‘para poder pagar al menos este mes a todos’. Claro que la mera insinuación chocó con la tajante negativa de Futbolistas Argentinos Agremiados, que en la figura de su presidente, Sergio Marchi, descartó esta opción y aunque se mostró a favor de la suspensión de las actividades para preservar la salud no acepta ningún tipo de rebaja en los sueldos de los futbolistas.

Es preciso tener en cuenta aquí que las realidades de los diferentes clubes son diferentes. Los de primera división de AFA podrían tal vez realizar algún esfuerzo para cumplir con los pagos. Otros del ascenso, como Villa San Carlos, deberán afrontar sin dudas muchas dificultades. En el caso de los aún más humildes -de la aún amateur categoría D, o de la semi-profesional Primera C- jugadores y técnicos ya se ven en la obligación de salir a la búsqueda de ‘changas’ o trabajos alterativos para poder subsistir.

Marcelo Achile, presidente de Defensores de Belgrano, equipo de Primera Nacional, definió como ‘una locura’ la que se vive en el ámbito de la AFA. Todos quienes intervienen en el espectáculo / negocio del deporte más popular del país avalan el parate, considerando que ‘la vida es lo más importante’, como sentenció por ejemplo el DT de Berazategui, club de la Primera C. El dilema es grande y aún no se percibe qué tipo de salida se va a instrumentar.






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