Una mariposa nunca vista en la zona fue captada por la cámara de Ricardo Cadenas. El anhelo es que la aparición sirva para proteger con medidas concretas el Monte ribereño.
Un ejemplar de la mariposa “Chiquita”, proveniente del norte del país, fue avistado por primera vez en la ciudad a mediados del mes de marzo, quedando ese registro en la cámara del fotógrafo naturalista Ricardo Cadenas (54).
Este hallazgo tuvo lugar en las inmediaciones del terraplén costero, más específicamente en la prolongación de la calle 12, a la que asiste diariamente Cadenas junto con su compañera Guadalupe Carettoni para realizar relevamientos de distintos insectos, aves y plantas.
Pero en esta oportunidad algo distinto ocurrió: entre el paisaje y el lente de su cámara se interpuso la especie de mariposa más pequeña del país, de tamaño similar al de una uña de dedo meñique.
Si bien para Cadenas este registro constituye un hecho importante en sí mismo, por tratarse de la primera vez que un ejemplar de este tipo es avistado en la Provincia, también representa una nueva oportunidad para poner en el centro del debate un tema que preocupa: la protección del monte ribereño.
“A pesar de la contaminación que tenemos en el agua y en el aire, de la tala de árboles indiscriminada, de la caza furtiva y de los basurales que se generaron en la zona, se comprueba una vez más que la zona del Monte ribereño es propicia para la adaptación de especies”, explicó Cadenas.
“Es la tercera especie de mariposa que encontramos en nuestra costa sin que existieran registros de las mismas en ningún otro lugar de la Provincia”, detalló el fotógrafo, agregando que las identificaciones fueron hechas por expertos como Ezequiel Nuñez Bustos y los berissenses Juan y Cristian Klimaitis.
“Tenemos que pensar que todo está relacionado entre sí. Si aparecen ejemplares de aves o insectos es porque el ambiente está preparado para ello, a pesar de la falta de cuidados. Por eso es muy importante que tomemos conciencia sobre la necesidad de que se declare al monte como paisaje protegido, o que se implementen acciones concretas para preservarlo”, reflexionó también.
Cadenas se dedica a tomar registros de la zona costera desde hace más de cinco años. Desde ese entonces, de lunes a lunes comparte sus fotografías en redes sociales, al mismo tiempo que organiza caminatas sobre el terraplén costero con vecinos o alumnos de escuelas, para invitarlos a reflexionar sobre cómo se vería ese paisaje si tuviera protección, no entraran motores ni se arrojara basura. “Esperemos que este hallazgo, que quedará registrado en los libros, pueda ser el puntapié inicial para que se proteja el monte”, cerró.
