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Para el comercio, esa es la cuestión

¿Abrir, no abrir?

10:13hs
sábado 16 de mayo, 2020



Tras oficializar la prolongación de la cuarentena hasta el próximo 24 de mayo, el gobierno nacional comunicó las pautas de una nueva etapa que, en diferentes zonas del país, cuenta con una mayor flexibilización. En esta llamada ‘fase 4’, una de las actividades que pudo ampliar su margen de movimiento, con exigencias y medidas a cumplir, fue la comercial.

En el caso de Berisso, la realidad en lo que hace a las disposiciones vigentes es diferente. Por ser uno de los 40 municipios de la Provincia que integra el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), zona con mayor número de contagios de Covid-19 de todo el país, la ciudad resultó apartada de la fase decretada para buena parte del ‘interior’ -incluido el bonaerense- lo que significa que los comercios habilitados para abrir continúan siendo los esenciales: supermercados mayoristas y minoristas y comercios minoristas de proximidad, farmacias, ferreterías, veterinarias y provisión de garrafas.

“Nuestra idea era que los comercios pudieran abrir porque somos uno de los distritos con menos casos positivos en todo el AMBA, pero lo cierto es que nos tenemos que adecuar a la normativa vigente y continuar como estamos”, revelaban fuentes del gobierno local a principio de esta semana.

En igual dirección iban las expectativas con la que la mayoría de los comerciantes se disponía a iniciar esta semana, sobre todo a partir de lo que autoridades comunales transmitieron por diferentes vías antes del lunes. Sin ir más lejos, el propio Intendente, Fabián Cagliardi, había mencionado que tenía previsto avanzar en la idea de permitir al grueso del comercio levantar sus persianas, siempre y cuando tomaran en cada caso los recaudos necesarios.

Dicha decisión, explicaron también fuentes gubernamentales, fue puesta en revisión luego de una reunión que el jefe comunal mantuvo en las últimas horas del domingo con intendentes del conurbano. A ello se le sumó la decisión adoptada por el gobernador Kicillof, quien el lunes al mediodía transmitió en conferencia de prensa cómo continuaría la cuarentena en el AMBA. Es así que en la ciudad, como en el resto de los distritos que integran el área señalada, quedó vedada la posibilidad de flexibilizar alguna medida, hasta tanto el gobierno provincial disponga lo contrario.

El lunes, representantes de la Cámara de Comercio e Industria fueron recibidos por el Intendente, quien los puso al tanto de las novedades de última hora. Durante el encuentro, directivos de la institución mercantil presentaron una serie de protocolos relacionados con las particularidades de los diferentes rubros, con la esperanza de obtener el visto bueno de Provincia para poder volver al trabajo, adoptando las necesarias medidas preventivas. El miércoles, al cierre de esta edición, el guiño anhelado aún no se registraba.

El presidente de la CCIB, Alejandro Pérez Orbanich, describió que la situación que enfrenta el sector es ‘preocupante’. No obstante, manifestó que la institución confía en las gestiones que lleva adelante el mandatario comunal. “El Intendente está haciendo todo lo que tiene a su alcance para ayudar al sector”, aseguraba a inicios de esta semana. “Propusimos que la apertura de comercios sea de lunes a viernes de 10:00 a 18:00, con un sola persona atendiendo y otra comprando, con la fila fuera del negocio respetando el distanciamiento y con las medidas de higiene necesarias”, marcó el miércoles en relación al petitorio elevado a la administración provincial.

Los dichos, los hechos

Si bien oficialmente las disposiciones son las ya mencionadas, en los hechos aparece a simple vista una realidad algo diferente. Forzados por la urgencia de garantizar el sustento familiar, se cuentan por docenas los comercios que, extremando los cuidados, atienden con la persiana a media altura, a través de una puerta o ventana, sin permitir el ingreso de clientes. Están los que, en cambio, esperan el visto bueno formal para reabrir y hacen oír sus quejas por no contar con ‘reglas claras’ para poder abrir sin violar las disposiciones y con la garantía de no ser sancionados.

“Hace una semana levanto la persiana e incluso pongo mi cartel en la vereda. Me las ingenié generando una barrera con un marco de madera para no dejar entrar al público y poder atender desde adentro”, observó una comerciante del rubro indumentaria con varios años de actividad sobre Avenida Montevideo.

“Nosotros aún no levantamos las cortinas pero atendemos por una puerta lateral, haciendo ingresar de a una persona para evitar que se formen filas y asistiendo a todos con alcohol. La verdad es que estamos trabajando bien porque hay bastante movimiento”, contó el dueño de una mueblería.

Las razones de quienes se niegan a abrir sus puertas hasta tanto haya una disposición que los autorice, también están expuestas públicamente, en planteos en diferentes ámbitos y hasta en comentarios en redes sociales.

“Que la ley sea pareja para todos y que controlen que funcione como se debe. Hace más de un mes que no abro mi local y veo a muchos que lo hacen sin autorización. Multen”, descargó en sus redes sociales una comerciante de la ciudad.

En la misma línea, una joven emprendedora expuso que continúa con las ventas online porque ‘es lo que está permitido’. “No podemos abrir nuestros locales porque el de al lado lo abre. No estamos habilitados a hacerlo”, esgrimió.






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