Cuando se conoció la noticia de la muerte de Eva Duarte de Perón, una edición especial de la revista “Ahora” dio cuenta del dolor que la pérdida generó en el ‘mundo descamisado’.
A las 20:25 del 26 de julio de 1952 se registró en la residencia presidencial de calle Austria la muerte de María Eva Duarte de Perón, rebautizada ‘la abanderada de los humildes’.
La sociedad lloró su muerte. Y la revista “Ahora” lo reflejó con fotos y descripciones que de algún modo ayudan a advertir la dimensión que tuvo la líder política. La ceremonia de despedida se extendió por dos semanas. Miles de personas se acercaron para agradecer y brindar el último adiós.
Una foto muestra las cabezas en primer plano sobre 9 de Julio y Moreno; cabezas que se pierden en el ícono de Buenos Aires, el Obelisco. Mujeres y niñas, en fila, se acercaron con una flor en medio del desconsuelo. Es que su lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres fue una fuerte marca en su vida.
De todos modos, su acción no alcanzó solamente a las mujeres. Por eso los homenajes se replicaron en toda la población, en cientos de puntos. “Ahora” mostró imágenes de misas, ofrendas florales y la colecta donde la gente hacía sus donaciones para poder erigir el monumento a Evita.
Una edición especial que la revista lanzó horas después muestra el llanto de hombres y niños. “Lágrimas viriles, incontenibles; lágrimas de hombre. Y es que Eva Perón era una madre para su pueblo. Su pérdida es irreparable. La mañana siguiente al fallecimiento de Eva Perón, las calles céntricas presentaban este aspecto. Pese al gentío, todo era silencio…”, reza el epígrafe, reflejando una época.
“Evita quiso mucho a los niños. Ella hizo realidad el que fueran los únicos privilegiados. No podía faltar su homenaje”, se lee en otra página de aquella edición.
Una imagen tomada desde arriba muestra su ataúd. “Los despojos mortales de Eva Perón son velados en el Ministerio de Trabajo y Previsión, por donde desfiló una impresionante muchedumbre, ansiosa de dar su último adiós a la Jefa Espiritual de la Nación”, escribieron en la redacción de la revista.
Otras fotos dan cuenta de la procesión ‘infinita’ por Av. de Mayo, del encendido de la lámpara votiva a cargo del Secretario de la CGT, del descubrimiento de una placa en Casa de Gobierno y de la venta de bebidas que realizó el ‘Sindicato Santa Evita’ a beneficio de la Fundación Eva Perón.
La tapa también está dedicada a ella: figura blanca sobre fondo negro. En la imagen se ve a Eva alzando su mano derecha y la revista describe ‘el gesto amplio, generoso, abierto a todas las latitudes del pueblo de Eva Perón, tocada aquí con nuestra prenda gaucha: el poncho’.
Un mes después, otra edición especial de la publicación dio cuenta de la conmoción que generó la muerte en el pueblo. Una fotografía ilustra y describe: ‘Al darse la noticia en el teatro Astral, donde, actuaba la compañía de Luis Sandrini, una de las actrices del elenco sufrió un síncope fatal, provocado por el dolor y la sorpresa’.
Esta foto muestra a gran cantidad de gente concentrada frente a la mencionada sala, poco después de que el cuerpo de la artista fuera retirado. “Algunos no pudieron resistir la espantosa sacudida. Esta mujer, víctima de un síncope, es llevada para hospitalizarla”, se lee en otra descripción de las imágenes publicadas.
