Dio sus primeros pasos en el fútbol con guantes y botines prestados. En los últimos días, firmó su segundo contrato como futbolista profesional.
Leticia Reichman tiene 38 años y es la arquera titular del primer equipo de Estudiantes de La Plata desde 2014. En los últimos días se conoció que fue una de las ocho jugadoras del plantel elegida para firmar un nuevo contrato (el segundo) que la vinculará con el club hasta fines de 2020.
Pero hay un dato en la historia de su carrera que la hace aún más especial. Si bien ‘Leti’, como la conocen sus amigos, desarrolló su interés por el fútbol desde pequeña, su vínculo profesional con la actividad comenzó a sus 32 años, edad a la que llegó al primer nivel de AFA luego de su paso por Estrella de Berisso.
“Juego al fútbol desde que tengo uso de razón, pero como en esa época no había torneos femeninos, lo hacía en la cancha de Estrella junto con mis hermanos”, recuerda Leticia, quien a la vez es hija de un histórico directivo del Club.
En su vida el fútbol siempre había estado presente como una actividad recreativa que primero practicó con sus hermanos y que en su adolescencia la llevó a formar parte de los primeros equipos femeninos de la ciudad, como en el caso de la Filial Lauri de Estudiantes y Estrella. “Mis primeros botines fueron unos talle 40 de uno de mis hermanos y mis primeros guantes unos que mi papá le había pedido a un arquero de la Primera de Estrella”, repasa.
Su vínculo con el fútbol de manera más profesional comenzó luego de haber visto una propaganda del Centro de Entrenamiento Formativo para Arqueros (CEFARQ), en la que informaban que se comenzaría a incluir mujeres dentro de la práctica.
“Ese mismo año en el que comencé a entrenar ahí me convocaron de Estudiantes. La verdad es que tuvieron que convencerme, porque jamás me había planteado dedicarme de manera más profesional al fútbol”, revela. Pero la sorpresa fue aún mayor cuando, casi en simultáneo, fue convocada también por Julio Olarticoechea para la Selección Argentina.
A partir de entonces, las buenas noticias no dejaron de llegar. Además de consolidarse en el arco de Estudiantes como titular indiscutida, también recibiría distinciones como el ‘Olmi Filgueira’ y el ‘León de Plata’.
Arquera y penitenciaria
Como la mayoría de las futbolistas, Leticia combina entrenamientos y partidos con otras actividades. Temprano en la mañana, viaja hasta Romero en donde trabaja como penitenciaria en la Unidad 34.
“Un día habitual de mi vida comienza a las 5:30 de la mañana y termina cerca de las 21:00, cuando vuelvo a mi casa. Preparo dos bolsos: uno con el uniforme del Servicio Penitenciario y otro con la ropa del Club, y a eso le sumo las viandas y colaciones que consumo para llevar la dieta adecuada”, describe.
Si bien desde hace un año tiene contrato con el club, asegura que jamás dejó su labor como penitenciaria por el fútbol, observando que lleva 19 años de servicio. “Por suerte siempre tuve el apoyo de mis compañeros de trabajo para acomodar los turnos con los horarios de los partidos”, cuenta.
“Pronto el fútbol sólo será fútbol”
Consultada acerca de su visión sobre el crecimiento del fútbol femenino en los últimos tiempos, la arquera pronostica que pronto “el fútbol dejará de nombrarse como femenino o masculino para ser sólo fútbol”.
Cabe recordar que desde 2019, AFA obliga a los clubes que la integran a firmar contratos con al menos ocho jugadoras. Si bien esto constituyó un gran avance para el fútbol femenino, los sueldos de las mujeres de la división superior equivalen hoy a los de jugadores hombres de la Primera C.
“Hoy se puede decir que estamos en una semi-profesionalización. El auge del feminismo nos vino muy bien para visibilizarnos y que crezca la actividad”, menciona la guardavallas, destacando el trabajo que en ese campo realiza desde hace años Bettina Stagñares, coterránea, ex-jugadora profesional y actual asistente técnica de Primera, Reserva y la Escuelita de Estudiantes.
