Más de 50 bolsas de consorcio con residuos de todo tipo recogieron vecinos que compartieron una jornada de limpieza y concientización.
Más de cincuenta vecinos se autoconvocaron en una primera jornada de limpieza y concientización que se desarrolló el pasado fin de semana a lo largo del canal Génova, buscando recuperar parte del humedal que conecta con el Río Santiago.
Los participantes de la actividad se reunieron en Génova y Puente Roma y, respetando los protocolos que rigen por la pandemia, iniciaron un recorrido de 400 metros en el que llenaron 50 bolsas de residuos tipo consorcio con plásticos, escombros, bolsas y todo tipo de desechos depositados sobre los márgenes y el agua del canal. Según explicaron, no será la única que realizarán buscando que se respete el espacio y no se tome como una “zanja” o un “basural” donde la gente deposita sus residuos.
La propuesta contó con participación y/o adhesión de grupos como Berisso Ecológico, Naturaleza Limpia, Berisso Recicla, Ecoturismo Recreativo Berisso, Asamblea Vecinos Contaminados Berisso- Ensenada-La Plata, Asamblea Salvemos el Monte de Berisso, Cooperativa Alma Verde, Genes Abori, Playa Limpia Berisso, Ecopuente vecinalista, Construyendo Igualdad Berisso, vecinos de las calles Carlos Gardel y Génova y de Ensenada y La Plata, naturalistas y biólogos. Además, para tomar registro fotográfico y audiovisual de la actividad se contó con el aporte de Soledad Aquino, Silvia Giménez Rodríguez, Manu Coipo Tortuga, Ugo Adam y Juan Ramón Martínez.
Proteger la biodiversidad
El canal es un humedal de vital importancia y forma parte del patrimonio cultural e histórico de la ciudad. Comienza en uno de los accesos de la ciudad y tiene unos dos kilómetros de extensión. Los primeros mapas de la ciudad lo denominan “canal de desaguadero” y lo muestran como un pequeño zanjón a la altura de Villa Nueva y pasando por la curva del Club de Residentes Santiagueños se ensancha como un canal que finaliza en el río.
Tras ofrecer la descripción, el naturalista Julio Milat recuerda que como objetivo inicial, este curso de agua tenía la misión de canalizar los desagües pluviales. “Genera una flora y fauna espontánea que cubre sus orillas y actúa como corredor de biodiversidad y hábitat de su fauna asociada”, añade.
El caso es que dicha biodiversidad, afirmaron participantes de la jornada, fue ‘arrasada’ por acciones encaradas desde la Municipalidad al intentar limpiar el espacio.
“Comenzando el año, la Municipalidad comenzó a ‘limpiar’ el lugar de manera excesiva, sin ningún plan de manejo ni personal competente en el tema”, advirtieron participantes de la jornada.
Se trata, según plantearon, de un nuevo episodio de políticas ‘de años’, que generan diferentes focos problemáticos y/o contaminantes. En tal sentido, hicieron alusión a la conexión ilegal de desagües cloacales a los pluviales, a la construcción de la compuerta a la altura del Puente Tres de Abril que cortó el flujo natural de la subida y bajada del río, y a que muchos vecinos toman a este ecosistema como un basural, transformándolo en destino de escombros, bolsas, plásticos, botellas, etc.
Volviendo al tema de los operativos de limpieza, observaron que barre con la vegetación ribereña, los camalotes, las aves y otros animales como el coipo (roedor herbívoro originario de Sudamérica, inofensivo) al que muchos vecinos confunden con ratas. “Transforman este valioso sitio en una zanja maloliente”, cuestionan, pidiendo a las autoridades que “cesen con la limpieza destructiva”, para trazar un plan de manejo que permita mantener las características del humedal donde conviven más de 60 especies de aves, plantas autóctonas y animales.
“Gestión tras gestión, a los intendentes les reclaman por el estado que presenta el lugar. Esta gestión repitió la limpieza, pero más a fondo. Hablamos con la cooperativa que hizo el trabajo y logramos salvar algunas especies de árboles. Pero la limpieza que se hizo peló el lugar, llegando a dejar sólo tierra. Había que cortar el pasto, pero hoy si lo ves parece un zanjón. Sin su estructura biológica no hay remediación de esas aguas. En verano va a volverse insoportable el olor”, observa por su parte Milat, advirtiendo que varios vecinos buscaron oportunamente, pero sin éxito, que se escuchen argumentos que insistentemente se repiten desde hace años.
