Berisso adhirió al pedido de paz en la región de Nagorno Karabaj. La adhesión fue firmada en un encuentro que el intendente Fabián Cagliardi y la Secretaria de Gobierno, Aldana Iovanovich, mantuvieron el miércoles con el secretario de la Colectividad Armenia Región Capital, Adrián Torossian.
“Queremos que se detengan las agresiones, porque nosotros somos un pueblo de paz, trabajador, alegre, que habitó esas tierras históricamente desde hace miles de años, y lo único que deseamos es que este conflicto se detenga, que no haya otro genocidio. Ya hemos pasado por eso y no queremos volver a atravesar por lo mismo”, expuso en la oportunidad, el integrante de la colectividad.
Del mismo modo, manifestó que el conflicto en desarrollo se inició a raíz de ataques de Azerbaiyán, con apoyo de Turquía, a población armenia del territorio de Nagorno Karabaj, que conforma la actual República de Artsaj. “La administración azerbaiyana nunca aceptó la autodeterminación del pueblo de Artsaj, en un 90% armenio”, observó, recordando que se trata de un problema que deriva de la disolución de la Unión Soviética.
En tal sentido, precisó que oportunamente, un plebiscito que se efectuó sobre una población de 150 mil habitantes arrojó casi por el 100% de los votos la voluntad de decretar la creación de la República de Artsaj, decisión nunca reconocida y aceptada por Azerbaiyán.
“Desde entonces se declaró una guerra, que terminó con un cese de fuego en el año 1994. Se iniciaron negociaciones que no llevaron a ningún puerto y empezó una agresión unilateral de parte de Azerbaiyán con apoyo de Turquía. Si Azerbaiyán detiene las agresiones, la guerra termina. Si Armenia detiene las agresiones va a haber otro genocidio, porque es a lo que apunta Turquía, que es que los armenios desaparezcan del lugar”, consignó con tristeza Torossian.
El territorio de Nagorno Karabaj ocupa algo más de once mil kilómetros cuadrados y Azerbaiyán lo reclama como propio desde que en 1923, se lo cediera Stalin. No obstante su población entera tiene lazos históricos con Armenia, de ahí la decisión de autoproclamarse independientes en 1991, aún cuando todavía la comunidad internacional no reconozca oficialmente la República de Artsaj.
