La Justicia determinó que los policías que custodiaban la vivienda de la ex-gobernadora Vidal no tuvieron responsabilidad respecto de un acto de intimidación denunciado en 2016.
El juez de Garantías Gustavo Roble, del Departamento Judicial de Morón, dictó en los últimos días los sobreseimientos del berissense Jorge Hernán Mejías y de su compañero platense Ismael Alejandro Naiouf, oficiales de la Policía bonaerense que custodiaban en Castelar la casa de ex-gobernadora María Eugenia Vidal en días en que se registró allí la aparición de un cartucho de escopeta sin percutir.
Ocurrido en agosto de 2016, aquel episodio tuvo una amplia difusión al ser interpretado como una amenaza a la ex-mandataria, pero pocas semanas después desapareció de las primeras planas al no identificarse a el o los responsables.
Desplazados de inmediato de la fuerza, los policías de la custodia fueron procesados por “intimidación pública e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, pese a que oportunamente declararon que se habían alejado de la propiedad -por esos días deshabitada- solo unos minutos, para cargar combustible en el patrullero en que se movilizaban e higienizarse luego de muchas horas de guardia sin relevo.
Finalmente, luego de cuatro años de intensas diligencias, prosperó el pedido de sobreseimiento definitivo que elevara el Dr. Lautaro Slpizer, abogado defensor de los policías, al no encontrarse evidencias que comprometieran o involucraran de modo alguno a los agentes con la intimidación denunciada.
Al ser notificados de lo dispuesto por la Justicia, ambos destacaron la labor desarrollada por su representante legal, quien avanzará ahora en un pedido para que puedan ser reincoporados a la fuerza, atento a las vicisitudes que les tocó afrontar al perder su empleo.
