La medida fue en rechazo de la política salarial del gobierno de María Eugenia Vidal y contra la precarización del trabajo en el Estado.
Según lo resuelto por los gremios de la CTA Autónoma de la provincia de Buenos Aires y otros que adhirieron a la medida, el pasado martes se realizó una jornada de lucha reclamando un aumento salarial, pase a planta permanente, la devolución de los descuentos realizados a auxiliares y repudiando la Ley de Emergencia Administrativa, entre otros puntos.
Según consignó el secretario general de la Central en la Provincia, Oscar De Isasi al referirse a la discusión salarial, los porcentajes otorgados a los trabajadores ‘deberían rondar entre el 35% y el 37%’. “Terminó esa fantasía del aumento del 25% que fue superado ampliamente por la inflación. El propio Prat Gay asumió que la proyección anual estará entre el 43% y el 46%. La recomposición salarial tiene que permitirnos recuperar el poder adquisitivo de nuestros lesionados salarios”, enfatizó.
La concentración tuvo lugar en el Ministerio de Salud donde se denunció el ‘vaciamiento del sistema’ en la provincia y finalizó en el de Educación, donde se sumaron a la columna trabajadores del conurbano y organizaciones barriales y políticas.
Durante su discurso, De Isasi aseguró que ‘con estos descuentos lo que estaba en disputa era el efecto de desmovilizar; el objetivo era planchar la pelea’ y sostuvo que ‘el macrismo asume el gobierno y acelera el proceso de transferencia de riquezas de todos los argentinos a los grupos concentrados’. “Macri y Vidal descargan la crisis sobre los trabajadores y los sectores más vulnerables. Pero el ajuste comenzó un enero del 2014, cuando la inflación empezó a despegarse de los salarios”, aseveró.
Para finalizar, llamó a fijar un plan de acción en el caso de no haber acuerdo salarial a partir de agosto, que culmine en un paro nacional de todas las organizaciones de trabajadores del Estado.
