Por Oscar Alcoba (*)

CorrÃa el año 1580 y el territorio de Berisso formaba parte del Valle de Santiago (primer reglamento de subdivisión de la comarca) e integraba el Adelantazgo del RÃo de la Plata, en épocas de don Pedro de Mendoza. Luego formó parte del viejo “pago de la Magdalenaâ€, que se extendÃa desde el rÃo Salado hasta el Riachuelo, protegida por una cadena de fuertes por orden del Cabildo de Buenos Aires (27/2/1741) dados los ataques de los indios serranos.
En el año 1600 la economÃa se basaba en las “vaquerÃasâ€, como se llamaba a la caza de vacas y caballos salvajes, a los que se les extraÃa el cuero.
Antes de 1871 vivÃan en lo que es hoy Berisso solo 9 familias dedicadas al agro. El dÃa 24 de junio de 1871, don Juan B. Berisso empieza las obras del saladero San Juan. El plano catastral de las tierras llevaba el número 18 de la Provincia de Buenos Aires. Berisso nace por un emprendimiento industrial, lo que marcarÃa su fisonomÃa para siempre. El incipiente pueblo de Berisso empezaba a entonar su himno al trabajo y la fecha fundacional quedarÃa establecida mucho después, a través de la Ordenanza 2247 del 11/12/1998.

Un histórico tranvÃa que traspasa la barrera del tiempo, nos lleva con cariño al primer barrio: “Las 14 provinciasâ€, al primer almacén San Juan, a tomar una grapa en el bar de GarcÃa (Montevideo,antes llamada “camino a la Magdalena†y Nápoles), a comprar el diario a los hermanos “mosquito†en la puerta del bar Sportman, al tren en el año 1867, a pedirle a Don Lanteri un litro de leche en la Portada, a prender la luz a querosén en el año 1890, a tomar el inicial tranvÃa en el año 1913 en Montevideo y RÃo de Janeiro, a esperar en la esquina el Guaranà Nº 9, al cine Progreso y al Victoria, a ver los miércoles 3 pelÃculas argentinas(1915 y 1939), a las primeras escuelas 35 y 52, a los bailes de carnaval en el Patio de la Morocha, a la banda de Piñataro en el carnaval, a la feria, a adquirir un queso de don Bonaro, una vuelta en la calesita de Mimito, a los frigorÃficos Armour y Swift, a darles la bienvenida a nuestros inmigrantes y provincianos que juntos aportaron a un Berisso mejor, a la calle Nueva York, lugar de memoria urbana e indiosincracia local, a recibir la noticia de que Berisso en los años 60 fuera la ciudad más progresista de la provincia de Buenos Aires, a la mancomunión entre el barrio y el trabajo, a los viñateros y a la Isla Paulino.
Y hay mucho más. El viaje continúa. Lo precitado hubiera sido imposible sin la lucha y el esfuerzo de nuestros ancestros.
(*) El Dr. Oscar Alcoba es autor del proyecto de Ordenanza por el que se fijó el 24 de junio como fecha fundacional de la ciudad. La nota presenta datos de su libro “El Destino de los barcos. La historia de Berissoâ€, editado el año pasado.