En general, el virus del Covid-19 no afecta de manera grave a los niños. “Puede producir un cuadro gripal leve, con tos y algo de fiebre, pero en la mayoría de los casos no desemboca en cuadros graves”, explica la médica pediatra Noelia Tartaglia, que atiende consultorio en la clínica Mosconi y también en el sector público.
Sin embargo, advierte, siguen en alza en clínicas privadas, hospitales y centros de salud, las consultas por efectos corporales y psicológicos relacionados con la pandemia.
“Hay un aumento en los casos de niños con obesidad, en los casos de ataques de pánico, hechos de violencia, intentos de suicidio y trastornos psicológicos que son propios de este tiempo en el que los chicos estuvieron encerrados y perdieron ese contacto social con sus pares”, detalla la profesional.
Haciendo referencia a información que cobró estado público recientemente en relación a chicos internados en hospitales de CABA, observó que se trata de niños con enfermedades ‘de base’. “Así como los afectó el covid, los podría haber afectado cualquier otra patología viral y hubiese producido las mismas consecuencias”, mencionó, revelando que en el ámbito de la Pediatría cobra fuerza la preocupación por los efectos relacionados con el aislamiento, más que por el impacto directo del covid en sí.
Para evitar secuelas, que define como permanentes, recomienda que se trate de generar para el niño un ambiente ‘lo más tranquilo y saludable que se pueda’.
“Entendemos que muchos padres dejaron de trabajar o perdieron sus trabajos, que otros tuvieron que empezar a trabajar desde casa y otros padres, como los que trabajamos en salud, tenemos que salir a trabajar a pesar de que nuestros hijos quedan en casa. Lo que tratamos de transmitir en las consultas es que el tiempo que los padres puedan darles a los chicos, aunque sea corto, sirva para escucharlos, para sacarlos a dar una vuelta, para que no pierdan esa infancia que es tan importante para ellos”, señaló.
En tal sentido, recomendó a los padres visitar las páginas de la Sociedad de Pediatría y los informes que publica UNICEF sobre la importancia de la escuela y otros espacios. “No se trata sólo del aprendizaje intelectual, que les va a servir para toda la vida, que es un derecho y que nos permite mantener una cierta igualdad, sino también de su desarrollo psicológico y social”, afirmó.
Según la médica, apenas algunos meses después de declarada la pandemia ya se advertía un alza en internaciones de adolescentes que atravesaban estados depresivos. “Existen consecuencias a largo plazo si no se pone atención a los más pequeños. Hay que estar atentos frente a niños que empiezan a aislarse, o que se manifiestan con violencia porque pasan muchas horas con los juegos. Son consecuencias a largo plazo, por eso hay que evitarlas con el mayor énfasis posible”, aseveró.
