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Relevamiento de la UCALP

Son 260 los asentamientos del Gran La Plata

10:44hs
viernes 14 de mayo, 2021


Conforme al informe anual del Observatorio Socioeconómico de la UCALP, se generaron este último año un total de veinte, número mayor al de otros aglomerados del país.


El Observatorio Socioeconómico de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) brindó un nuevo informe con datos de pobreza y estado de situación de asentamientos localizados en la zona del Gran La Plata. Es el tercero que realizan desde 2018 y da cuenta de más de 20 variables relevadas en la totalidad de los barrios vulnerables de la región.

Los resultados del trabajo de campo se leen en un informe denominado “Indicador de Integración y Desarrollo en tiempo de pandemia” y su presentación se concretó a través de una videoconferencia a cargo de la Rectora de la UCALP, Dra. Rita Gajate, con la participación del Director del Observatorio, Mg. Rodrigo Martín.

El trabajo deja a la vista que sigue creciendo año a año la cantidad de nuevos barrios populares en la región, incluso a un ritmo mayor que el que se observa en el resto de los aglomerados del país.

Además siguen expandiéndose los asentamientos preexistentes, encontrándose diferentes situaciones (asentamientos que crecen en terrenos colindantes, familias que en un mismo terreno subdividen para construir otro hogar y barrios que crecen en altura sobre el cinturón más urbanizado).

Se concluyó así que existen en el Gran La Plata 260 asentamientos donde viven aproximadamente 50.000 familias. Este crecimiento poblacional, sumado a los efectos de la pandemia en cuanto a incremento de vulnerabilidad hizo que la situación de Integración y Desarrollo de las familias que viven en estos barrios empeore.

Esto se traduce, por ejemplo, en que 9 de cada 10 barrios necesitan mayor integración; 7 de éstos lo necesitan de forma urgente dado que no garantizan el derecho al hábitat y al desarrollo humano por no contar con un acceso universal y equitativo a los servicios básicos.

Además, 7 de cada 10, no tiene acceso seguro a la energía eléctrica. Las conexiones allí son precarias, inestables y muy peligrosas. La informalidad condiciona la convivencia de la familia, la posibilidad del trabajo, el estudio desde el hogar, etc.

Por otro lado, 6 de cada 10 no tiene asegurado el suministro continuo de agua potable dentro del hogar. Sólo el 40% de los hogares tienen tanque o “reservorio” de agua para consumo, el baño y para garantizar la higiene necesaria que impuso la pandemia y 9 de cada 10 no tienen cloacas, generando un hábitat no saludable tanto para la familia como toda la comunidad (problemas con adultos mayores, niños, aguas negras en el barrio, etc).

Según el estudio del Observatorio, 4 de cada 10 asentamientos no tiene calles perimetrales pavimentadas, generando problemas de conexión urbana, transporte, problemas de basurales a cielo abierto, quemas, zoonosis, etc. y 6 de cada 10 no tiene calles interiores pavimentadas dificultando el acceso interno de ambulancia, bomberos, camión de basura, transportes privado y público, etc.

Tras dar cuenta de estos números, la Rectora Rita Gajate afirmó que es fundamental que la Universidad se involucre en la realidad de la región. “No sólo desde la investigación, sino también desde la extensión y el trabajo articulado con otros actores que realizan similares trabajos al nuestro. Creemos en ese rol como Casa de Estudio”, afirmó.

Por su parte, Rodrigo Martín expuso que una vez más y ya por tercer año consecutivo se cuenta con este estudio, ahora con un agregado que alteró la mayoría de las variables: la pandemia. “Por eso hicimos mucho hincapié en la conectividad, en la cercanía a los centros de salud y en indicadores vinculados a lo sanitario, como almacenamiento de agua con tanque o acceso a red cloacal”, subrayó.

Además, resaltó que la visibilización de los datos ‘es apenas un eje del trabajo’ que viene realizándose. “Lo más importante de este diagnóstico es poder aportar a la toma decisiones, logrando acciones concretas, más eficientes y efectivas, que permitan enfocarnos con urgencia en aquellos barrios más postergados”, indicó.

Para finalizar, aseguró que es imposible el análisis fuera de contexto. “Son décadas de falencias estructurales, que ahora se revelan mucho más por el COVID y que cobran otro valor. La pandemia va a seguir mostrando y profundizando vulnerabilidades y debemos comprometernos para minimizar las heridas y el daño causado”, aseveró. “Después de tres años de trabajo y de socializar la información, logramos como comunidad tener mucha más información sobre cuántos, dónde y cómo están nuestros hermanos. Todos debemos ser conscientes y aportar colectivamente porque no es lo mismo el aislamiento en un barrio precario  que en el centro de la ciudad, no es lo mismo tener baño que no tenerlo, tener un espacio para cada miembro de la familia para aislarse que no tenerlo”, agregó.

Para conocer algunos otros datos del informe, podés hacer click en la imagen inferior.

 






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