En horas de la noche del pasado martes, vecinos de varias manzanas del Barrio Juan B. Justo y del Barrio Obrero se reunieron en la vía pública para reclamar mayor seguridad.
El pedido surgió luego de una seguidilla de hechos delictivos que se registraron en la zona y llevaron al límite la paciencia de vecinos que sufrieron el robo de piezas de bronce en instalaciones de gas y de cables de telefonía.
“Con unos doce vecinos hicimos un ruidazo de media hora porque estamos cansados de las cosas que nos pasan a diario y no nos dejan vivir tranquilos”, explicó una de las participantes del reclamo.
Para escuchar los planteos se acercó al lugar el subcomisario Barraza de la seccional policial Berisso Segunda. “Nos explicó lo que estaban haciendo ahora y le dijimos que necesitábamos una custodia mayor, Nos quejamos porque el día 30 con cinco vecinos nos quedamos toda la noche cuidando nuestras cuadras; pasaban los patrulleros y ahí nos enteramos que no les funcionan las sirenas y a otros las luces”, advirtieron los vecinos.
También se acercó el intendente Cagliardi, para dialogar en forma directa con los afectados. “Le pedimos más patrullaje. Es un barrio con mucha gente mayor. El intendente se comprometió a reforzar la seguridad, a colocar los focos de luz donde faltan y nos despejó a algunas dudas”, expusieron los protagonistas de la protesta.
El accionar delictivo se advierte en el robo y la rotura de cañerías, así como en el maltrato de las cajas de medidores de gas natural. Los hechos fueron denunciados y entre los más graves se encuentra el de una vecina a quien le robaron el tramo de bronce de su línea de suministro y rompieron el regulador, lo que hizo que la empresa Camuzzi retirara el medidor por razones de seguridad.
“Hace más de 48 horas que estoy sin gas, tengo el regulador puesto que me costó 4.000 pesos y 3.000 la colocación por parte de un gasista matriculado. Ahora estoy esperando que Camuzzi reponga el equipo y el servicio. Otros vecinos tuvieron la suerte que el caño es a rosca y no les rompieron todo”, señaló la vecina perjudicada.
La mujer reseñó que en su cuadra fueron tres los domicilios afectados por esta modalidad delictiva. “A varios más les rompieron o golpearon la tapa de los medidores pero no se llevaron nada porque los caños son de hierro y otros tenían rejas, pero todas están forzadas”, indicó.
Tras la manifestación barrial, se aceleró la frecuencia del paso de patrulleros. “Los vimos pasar varias veces. En mi caso por la situación de inseguridad con otros residentes nos estábamos organizando para poner una alarma vecinal, pero con este gasto por ahora me tuve que bajar de sumarme de este sistema”, lamentó la misma vecina.
